La Rioja

La ermita de San Gregorio reclama “más importancia” en los planos turísticos

Sergio Jiménez Foronda.- La ermita de San Gregorio de Logroño necesita “bastante más importancia” en los planos turísticos, ya que es “un hito del Camino de Santiago que no está como tal en las guías de los caminantes”, quienes “se sorprenden” cuando la conocen.

Así lo ha afirmado a EFE el secretario de la Cofradía de San Gregorio, Federico Soldevilla, uno de los guías de las visitas a esta ermita, conocida de forma popular como ‘chiquitita, chiquitita’ por sus apenas 20 metros cuadrados, que se celebran cada primer sábado de mes y que, por tanto, se desarrollan esta jornada.

Soldevilla, quien es investigador y divulgador de la historia de la capital riojana, ha indicado que “para lo pequeñita que es esta ermita, tiene mucha historia de por medio”, razón por la que se difunde en estas visitas la vida de San Gregorio Ostiense, quien llegó a La Rioja en el siglo XI enviado por el papa Benedicto IX.

Plagas de langosta

Ha explicado que el objetivo de la apertura al público de esta ermita es que la gente conozca su existencia y su pasado histórico, que se remonta a cuando San Gregorio Ostiense llegó en 1035 a esta región antes de que existiera como tal para “limpiar los campos de las plagas de langosta de aquella época”.

Así, quienes se acerquen este sábado a la ermita de San Gregorio, ubicada en la calle Ruavieja, en el corazón del Casco Antiguo de la capital riojana, se encontrarán con sus cofrades ataviados con sus tradicionales capas y boinas dispuestos a instruirles sobre la importancia de este espacio y su origen.

Además, los peregrinos y ciudadanos logroñeses que se acerquen a la ermita podrán degustar un vino de marca Viña Grajera, la bodega institucional, que ha sido cedido de forma gratuita por el Gobierno de La Rioja.

Ha destacado que “la apertura mensual de esta ermita responde a un anhelo que ha mantenido desde su nacimiento esta cofradía, que va a cumplir su séptimo aniversario”.

Este divulgador ha remarcado que esta “corta pero intensa visita a la ermita está acompañada por el relato de la historia de Logroño, junto a su traducción al francés y al inglés realizada por los cofrades, sobre la situación de esta ciudad en el siglo XI, así como los detalles, más o menos conocidos, del Santo”.

Obispo de Ostia

Durante la visita se recuerda que “hay muchos San Gregorio”, por lo que, en este caso, “hay que indicar que era San Gregorio Ostiense, porque era el obispo de Ostia (Italia)”, ha precisado Soldevilla.

Ha destacado como “fecha que marca” la historia de este espacio la del fallecimiento de este santo “en el mismo sitio en el que está la ermita, metro arriba o metro abajo, en 1044, en la misma calle Ruavieja”.

El secretario de la Cofradía de San Gregorio ha resaltado que fue “muy beneficiosa” la presencia del obispo de Ostia en esta zona para quienes le conocieron y para los pueblos que le acogieron, al igual que la de otros santos de La Rioja.

Esta ermita contiene un cuadro principal de la caballería que trasladó los restos de este santo y que, al llegar al monte de Peñalba, fueron escondidos en una ermita, con lo que “se empezó a hacer un pequeño santuario en lo alto de este monte, que se remató en el siglo XVI”, ha subrayado.

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