Gastronomía

Venta Moncalvillo y El Portal del Echaurren multiplican la gastronomía riojana

La Rioja, con dos restaurantes biestrellados, se sitúa, gracias a Echapresto y Paniego, en la élite de la gastronomía española

El paso adelante que acaba de dar La Rioja como región puntera en España en cuestiones gastronómicas gracias al reconocimiento que acaba de recibir Venta Moncalvillo solo se puede comprender si se establece una comparación. Dos son los restaurantes biestrellados en La Rioja: El Portal del Echaurren de Francis Paniego, que suma cuatro estrellas a su nombre, y Venta Moncalvillo de los Echapresto. Es la región con más restaurante biestrellados por habitante, y de largo.

Aragón, por ejemplo, no tiene ningún restaurante con dos estrellas. Tampoco Castilla y León. Ni Cantabria, que cuenta, eso sí, con el Cenador de Amós con tres estrellas Michelin. Como en Vizcaya, sin un dos estrellas aunque la cocina de Azurmendi es referencia mundial con tres premios Michelin. Así, la gastronomía riojana ha dado un paso adelante casi definitivo, para ocupar un espacio preferente en la culinaria española con un espacio propio en el firmamento de la cocina española. En Álava tampoco han logrado saltar hasta las dos estrellas.

La creatividad, constancia, esfuerzo y talento de Francis Paniego e Ignacio Echapresto han captado el foco de los expertos en la materia, que reconocen el buen trabajo que se está haciendo en La Rioja, una región pequeña del norte de España en donde se cuenta con unos productos espectaculares que grandes genios de esta profesión dar forma, contexto y discurso.

FOTO: Hotel Echaurren.

Tener una estrella Michelin está alcance de unos pocos. Pero alcanzar el siguiente nivel, en el que lleva años Paniego y en el que acaba de entrar Venta Moncalvillo, requiere de una forma de trabajar al alcance de tan solo unos pocos. “Tener dos estrellas Michelin significa tener una cocina sensacional donde un chef da testigo del magnífico trabajo de un equipo”, aseguraba desde el escenario principal la máxima responsable de esta Guía instantes antes de anuncia Venta Moncalvillo ante el público.

“Los inspectores han decidido poner a solo un único restaurante en la categoría de dos estrellas Michelin”, dijo a continuación. Y La Rioja, entonces, se elevaba por encima del resto para situarse como una potencia culinaria de este país con sus ochos estrellas y sus dos restaurantes biestrellados. El salto de una a dos estrellas es largo, más o menos los trece años de trabajo constante y perfecto de Ignacio Echapresto que le he costado subir este escalón que le sitúa en un puesto preferente.

Andalucía, con sus casi nueve millones de habitantes, siendo una potencia turística con peso directo en el PIB de este país, solo tiene un restaurante biestrellado (Bardal, en Ronda). Navarra, rica en productos y en cultura gastronómica, se sitúa en un único restaurante con dos estrellas (el Molino de Urdaniz, en Urdaitz). La Región de Murcia tiene uno: la Cabaña Buenavist,a en El Palmar; Asturias, otro, en Arriondas (Casa Marcial); y en las Islas Baleares, con todo su potencial turístico, cuentan con un biestrellado, el Voro, en Mallorca. Con dos están La Rioja, Castilla La Mancha (Iván Cerdoño en Toledo y Maralba en Almansa), la Comunidad Valenciana (L’Escaleta en Alcoy y BonAmb en Jávea), dos en Galicia (Culler de Pau en O Grove y Pep Vieira en Sanxenxo).

Venta Moncalvillo y El Portal del Echaurren están a la misma altura que otros grandes de nuestra cocina, como el Mugaritz de Andoni Luis Aduriz. Ahí se sitúa desde el pasado martes la gastronomía riojana: para comprenderlo, sirva esta comparación.

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