No es la primera vez que sucede, pero en esta ocasión, el problema se está alargando más de la cuenta. La ludoteca municipal La Comba, ubicada en Cascajos, y en la que están inscritas 110 familias, no tiene calefacción.
Desde la dirección del centro explican que “somos la única ludoteca en la que para que la máquina pase de frío a calor es necesario que vengan los técnicos. No podemos hacerlo nosotras de manera manual”. Así que, conociendo el proceso y siendo previsoras, las responsables se pusieron en contacto varias semanas atrás con la empresa de mantenimiento. “Tardaron en venir, y cuando lo hicieron nos comentaron que había una válvula rota”. Y así hasta el día de hoy.
Vale que el veranillo de San Martín se ha alargado más de la cuenta, pero hace ya unos días que el frío se ha echado y los más de 60 niños que pasan diariamente por la ludoteca lo están sintiendo. “Vienen diciéndonos que tienen las manos heladas y que les duelen, así que se quedan en un ladito donde hemos colocado una estufa pequeña”. Porque el poco calor que hay estos días en el espacio municipal es gracias a las propias trabajadores y los remedios que ellas ponen. “Pero con esto se puede caldear solo un rinconcito, no las salas enteras”.
A la espera de que algún técnico se pase por allí, desde la ludoteca solicitan que por lo menos les den alternativas. “Que nos traigan algún calefactor o algo como hemos tenido que hacer las propias trabajadoras”. Y es que las repetidas llamadas desde el centro al Ayuntamiento de Logroño, responsable de la ludoteca, no han tenido respuesta.
“Esta es una ludoteca muy viva, hay muchos niños que tenemos que atender y el espacio tiene que estar en perfectas condiciones, así que la calefacción es una prioridad”. Con todo el dolor del mundo “hace días ya tuve que ponerme en contacto con los padres para decirles que trajeran a los peques bien abrigados. Pero esa no es la solución”.
Llegados a este punto, las propias familias ya se están movilizando para hacerse escuchar en el Ayuntamiento, y es que “sabemos de otra ludoteca que lleva tiempo con un problema semejante y tampoco hacen nada. Lo que tenemos claro es que no podemos llegar al punto de cerrar el centro”.
La dirección de La Comba señala que varias familias llevan a sus hijos por ocio, muchas otras lo hacen para conseguir una conciliación familiar, “que para eso estamos”, e incluso algunas con menos recursos acuden a nosotros para que sus hijos hagan sus deberes y jueguen en un lugar seguro y en este caso caliente. Se nos cae la cara de vergüenza. Siempre trabajamos por darle lo mejor a los peques y a su familia, y esto no puede seguir así”.
