Las forenses que realizaron la autopsia al joven fallecido tras recibir una paliza en el parque del Ebro en abril de 2021 han ratificado que los golpes que recibió en la cabeza resultaron mortales, sobre todo porque se vieron agravados por las horas que tardó en ser atendido y por la hipotermia que sufrió tras quedar tirado a la intemperie y sin ropa de abrigo.
Estas forenses han declarado este martes en la segunda sesión del juicio por jurado que se sigue contra los cuatro acusados del asesinato de un joven repartidos, al que propinaron una paliza en la noche del 6 de abril de 2021 y le robaron una cazadora y una bicicleta, algo que resultó determinante para su detención.
Han relatado que la víctima, entre otras lesiones, presentaba un gran hematoma en el interior del cerebro, compatible con haber recibido uno o varios golpes fuertes en la cabeza; y que, por este hematoma, tenía desplazado el cerebro, una gran hemorragia y dañadas las estructuras nerviosas.
Se trataba de lesiones “inoperables por el tiempo que había pasado” desde la agresión hasta que llegó a un hospital -más de 8 horas después-, aunque sí que se hubiese podía intervenir a este joven de haberle encontrado en un primer momento, pero hubiera tenido que ser derivado a un servicio de neurocirugía de Navarra, País Vasco o Cantabria, puesto que en Logroño no lo hay.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Finalmente, ha explicado una de las forenses, el joven “murió porque la hemorragia presionó el cerebro y afectó a los centros de control de la respiración y el corazón”.
Les llamó la atención la bicicleta
También han declarado varios agentes de la Policía Nacional que intervinieron en el caso, entre ellos uno de los que pararon a los acusados esa noche, dentro de los controles establecidos por las restricciones de movilidad establecidas por la pandemia del COVID 19.
Ha explicado que identificaron a cinco personas, de los que tres eran varones -uno de los acusados se había escondido- y dos mujeres menores, quienes en un primer momento trataron de huir.
El agente ha detallado que le llamó la atención la bicicleta que llevaba uno de los acusados porque en esos momentos él iba a comprarse una y “la que tenían era bastante buena. En ese momento no le di importancia, pero uno de los acusados dijo ‘aquí están los parceros (expresión que significa amigos) y los zombis allí tirados’”, ha relatado el policía.
También ha detallado que en la misma madrugada del 6 al 7 de abril de 2021 recibieron un aviso de un robo en una obra y en ella detuvieron a uno de los acusados, ya sin la bicicleta, que no se ha encontrado, pero con la cazadora que le habían sustraído a la víctima.
A petición del fiscal, el jurado ha visto esa cazadora en uno de los momentos más duros para la familia del fallecido, que sigue el juicio en la sala.
“Un patadón que lo dejó seco”
Otro policía ha explicado que, a través de imágenes de cámaras de seguridad, vieron, durante la investigación, que un grupo de jóvenes que “eran conocidos para nosotros” caminaba por el Casco Antiguo con la bicicleta del joven agredido y, uno de ellos, con la cazadora que también le habían sustraído.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Ha añadido que, cuando detuvieron a estos jóvenes, “uno de ellos le dijo a su padre que era por asesinato”. En las conversaciones telefónicas que se investigaron, “una joven habló de limpiar la sangre de las zapatillas de otro para que no les pillaran”; y “otro (de los acusados) le comentó a un amigo que le había dado una paliza a otro”.
Una vez que estos jóvenes fueron detenidos, en comisaría solo declaró uno de ellos y explicó que primero agredieron al joven y que luego regresaron al lugar donde estaba tirado para robarle, ha relatado el agente.
También ha dicho que ese acusado explicó que le preguntó a otro del grupo por qué tenía sangre en una zapatilla y éste le respondió: “le dí un patadón que lo dejé seco”, en referencia a la víctima.
En el juicio, que previsiblemente concluirá este miércoles, también han declarado policías científicas, quienes han detallado que encontraron sangre y ADN del fallecido en zapatillas y pantalones de algunos de los acusados.
