El astro

“La Rioja no saldrá de la situación de sequía hasta final de año”

La Rioja, muy cerca de abandonar el escenario de sequía: “Es muy probable que lo haga a finales de año”

Continuas precipitaciones, escarcha mañanera e incluso los primeros copos de nieve cubriendo las cumbres de Valdezcaray. El tiempo otoñal daba paso al invernal en poco tiempo para, después, volver a retroceder unas posiciones y recuperar varios grados durante el día y también durante la noche con temperaturas más típicas de la primavera que del otoño. Un inusual veranillo de San Martín algo más largo de lo habitual ha puesto el termómetro en registros inusuales, pero la tregua del frío ya puede darse por finiquitada: las temperaturas empiezan a caer y la inestabilidad será predominante en lo que queda de estación en La Rioja.

Este tiempo un poco loco, con varias jornadas pasadas por agua desde que acabó la temporada estival, ha permitido que los embalses riojanos ya hayan recuperado parte del agua perdida durante el año. El último parte de la CHE sitúa esta semana sitúa las cuencas al 52,7 por ciento, después de un subidón durante lo que va de noviembre que se ha moderado con este último ‘veranillo’ del año. Las reservas de nueve de las diecisiete cuencas del país, incluida la del Ebro, se encuentran por encima del 50 por ciento de capacidad, mientras la sequía azota más en el sur y nordeste.

Es precisamente esa medida, el 50 por ciento de agua embalsada en las cuencas, la que determina cuándo una zona ha salido de la situación de sequía. Pero cabe puntualizar, sin embargo, que ese dato corresponde a la cuenca del Ebro en general, no al Alto Ebro, que es donde se ubica La Rioja. En este caso, tal como indica la delegada de la Aemet en La Rioja, Paloma Castro, el Alto Ebro todavía se encuentra al 45,8 por ciento de la capacidad de agua embalsada: “Es muy probable que hasta finales de año no podamos pasar de ese 50 por ciento que marca el hecho de haber salido de situación de sequía”.

Castro explica que el valle del Ebro se encuentra en mejor situación que la zona del Alto Ebro riojana: “Esta vez se ha dado así porque las lluvias han sido más importantes en Navarra y Aragón y los afluentes de esas dos comunidades están llenando el Ebro, pero aquí vamos a tener que esperar un poco más”.

La situación de importante sequía se ha solventado, de momento, con las lluvias de finales de octubre y principios de noviembre. “Hasta entonces los niveles estaban por debajo de las medias de los diez últimos años, pero ahora ya estamos en índices muy similares a los del año pasado”, explica Castro. La delegada de la Aemet recalca, no obstante, que “no creo que superemos el 50 por ciento hasta que no lleguen lluvias más eficaces en lo que nos queda de noviembre y diciembre, así que hasta finales de año es probable que no veamos esos registros”.

Mientras tanto, el frío llega, por fin, a La Rioja. Los chopos y viñedos estallan de color con los amarillos, naranjas y rojizos propios de la temporada, a la vez los afluentes riojanos del río Ebro también han despertado del letargo en el que les dejó la sequía y ya vuelven a regar las tierras desde la sierra hasta el valle. Cauces que discurren mansos, pero que vuelven a llenar de luz estos pueblos de la sierra que llevaban meses clamando porque el agua regresara a sus ríos.

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