Desempeñan un papel crucial en la sociedad, fueron los héroes de la pandemia, pero su capa imaginaria no les da superpoderes y parte de la sociedad parece haberse olvidado de la importancia de su existencia. Largas jornadas laborales, una presión constante, falta de recursos y agotamiento emocional se suman últimamente con una creciente hostilidad por parte de algunos pacientes y sus familiares que crean un entorno laboral cada vez más tenso y peligroso.
El aumento de las agresiones a sanitarios abarca desde amenazas verbales hasta agresiones físicas graves, y La Rioja está experimentando un aumento alarmante de los casos que afectan a la salud física y mental de los sanitarios y además socava la calidad de la atención médica que brindan.
Las últimas se han registrado hace pocos días. A primeros de este mes, la Policía Local de Logroño detenía a un individuo que había intentado agredir a unos sanitarios en la vía pública. Los hechos ocurrieron en torno a la medianoche, cuando una persona informaba a través del teléfono de emergencias 112 de que había realizado un intento autolítico. Cuando los sanitarios acudieron a atenderle, el hombre, que se encontraba con un cuchillo en una mano y una defensa extensible en la otra, comenzó a perseguirles. Tras no lograr atraparles, abandonó el lugar y fue localizado en las inmediaciones por una patrulla de la Policía Local de Logroño sosteniendo todavía el arma blanca.
Pocos días más tarde un hombre agredía a un médico y a un auxiliar por tener que esperar en la sala de espera. El hombre, que había llegado tarde a su cita, entró en la consulta sin llamar y amenazó grávemente a los santarios. “Os voy a matar, os voy a arrancar la cabeza a todos”. El hombre era un viejo conocido de la policía con un total de 19 antecedentes policiales.
No han sido la únicas. Los útimos datos registrados por el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería son preocupantes. En 2022 la comunidad registró un total de 41 agresiones a enfermeras. No son los responsables de los males del sistema pero son las víctimas de las agresiones que se han disparado en los últimos años.
El año no empezaba bien al respecto. En enero dos médicos de Urgencias sufrían una de estas agresiones. Unos pacientes alterados comenzaron a proferir insultos a los profesionales. Pronto la agresión verbal se convirtió en física. “Hay un serio problema con las agresiones físicas pero es que además parece que nos estamos acostumbrando a las verbales”, comenta la nueva presidenta del Colegio de Enfermería, Raquel Velilla.
Desde la institucion que representa hay un comrpomiso para poner en marcha programas de apoyo psicológico para los profesionales que sufran agresiones. Pero no debería ser la única medida, Joseba Rodríguez, médico de Urgencias del Hospital de Calahorra, aseguraba que “la justicia tiene que ser contundente”. Las urgencias es, sin duda, uno de los servicios donde más se dan estas situaciones.
No hay que irse demasiado lejos para recordar el caso más grave de las agresiones a sanitarios en La Rioja. El pasado 4 de septiembre el aparcamiento del Centro de Salud de Haro era el escenario de un atropellamiento masivo a sanitarios con cinco personas heridas y un muerto. Manuel Montoya perdía la vida en su puesto de trabajo y La Rioja evidenciaba de la forma más dura el problema que existe en el día a día de centros de salud y hospitales.
La preocupación de las instituciones colegiadas es máxima. Los casos aumentaron un 66 por ciento en el último año. De los noventa incidentes violentos, 41 se registraron en Atención Primaria mientras que el resto tuvieron lugar en la Arención Hospitalaria con un total de 112 trabajadores afectados.
Para que resulte más fácil enfrentarse a estas situacioens, La Policía Nacional ha impartido en el Colegio Oficial de Médicos de La Rioja, jornadas informativas para potenciar las hbailidades y dotar de herramientas adecuadas a los profesionales que les permitan reconducir situaciones violentas o de agresión en los centros sanitarios.
Además la Jefatura Superior de La Rioja cuenta con un interlocutor policial sanitario suya tarea es coordinar, cooperar, desarrollar y ejecutar las actuaciones relacionadas con la violencia hacia el personal sanitario.
