La Asociación Riojana para la Atención a Personas con Problemas de Drogas (ARAD) realizó un total de 1.079 atenciones en 2022, de las que el 74 por ciento fueron a hombres y el 26 por ciento a mujeres, cifra que crece respecto a 2021, cuando fue del 22 por ciento.
Así lo ha afirmado este miércoles la presidenta de ARAD, Montserrat Domínguez, en una rueda informativa de presentación de la Memoria 2022 de esta entidad, que celebra su 40 aniversario, en la que también ha participado la vicepresidenta de esta asociación y psicóloga sanitaria, María Milagro.
Domínguez ha explicado que la cifra de atenciones en 2022 es “más o menos igual” a la de 2021, y ha achacado el aumento de mujeres atendidas a que “hemos conseguido que acudan a nosotros”. Ha expresado que “la principal sustancia de consumo es el alcohol”, en concreto, el 58 por ciento de las mujeres atendidas tomaban alcohol frente al 33 por ciento de los hombres que han sido asistidos por ARAD en 2022.
La memoria de 2022, ha proseguido, refleja que del total de atenciones hubo “un importante número de familias”, a las que, a veces, se asesora de forma individual, sin que las personas con adicciones estén presentes. Ha precisado que, junto al alcohol, el cannabis y los estimulantes fueron la causa de la asistencia del 10 por ciento de las mujeres a esta entidad en 2022, y “la franja de edad mayoritaria de las que acuden está entre los 34 y los 44 años”.
“Hay un retraso en el inicio terapéutico porque las adicciones tienen un estigma que es una barrera para poder acceder, sobre todo, en el caso de las mujeres”, ha señalado Domínguez, quien ha apuntado que el 90 por ciento de las mujeres que llegan a ARAD son derivadas por el sistema público de salud riojano.
Por su parte, Milagro ha indicado que “el consumo de alcohol entre los jóvenes es importante, sobre todo, entre las chicas jóvenes, que también consumen hipnosedantes, tanto con receta médica como sin ella”.
“Los recursos (públicos) de salud mental están desbordados, entonces, acaban llegando personas a nosotros que dicen que no tienen problemas de adicción, pero la tendencia de consumo puede llevarles a la adicción o ser muy problemática”, ha incidido.
Ha destacado que, en materia de adicciones a videojuegos y juegos online, “sobre todo, se atiende a familias a las que el psiquiatra infantojuvenil les dice que vengan para ver cómo pueden limitar y guiar ese tipo de conductas” de jóvenes que tienen, de forma principal, entre 8 y 14 años de edad, y que cuentan con “una disposición anómala de las tecnologías”.
