La Rioja

El último paradón de Natxo Zabal se celebra en Senegal

Ya de vuelta de una de las experiencias más enriquecedoras de su vida, el deportista alfareño Nacho Zabal viene impactado por lo vivido y conocido en los últimos días en Senegal. Fue cargado con más de 300 kilos de equipaje en las maletas llenas de ilusión y herramientas para contribuir con la educación de los más pequeños del país y la labor que las mujeres hacen allí en condiciones paupérrimas y vuelve con las maletas vacías pero lleno de experiencias que serán difíciles de olvidar.

Todo comenzó hace algunos años cuando conoció a Djibril Dieye en Sangüesa. El senegalés capitaneaba una ONG (And Jëf Gandiol) que tenía como objetivos colaborar con la educación de mujeres y niños en el norte del país, concretamente en Gandiol e Hydrobase.

“Algo había que hacer, primero pensado en recaudar material para poder enviarlo y luego decidimos que seríamos nosotros mismos los que lo íbamos a llevar”, cuenta Zabal que ha ido acompañado por Joseba Alzueta y Salvador Asensio.

A través de una charla dio a conocer el proyecto a los alfareños. “La respuesta fue brutal, tendríamos para varios viajes con todo lo que se ha donado, me ha dejado alucinado la capacidad de solidaridad que hay en el municipio”.

La historia de Djibril es difícil que no impacte y los objetivos de su ONG impulsaron a los alfareños a la participación en el proyecto. Fue el primer graduado superior de Gandiol y su llegada hace cuatro años a España le descubrió que otra forma de hacer las cosas era posible. El objetivo fundamental es que todas esas niñas que tienen serias dificultades para ir al colegio puedan hacerlo. “En familias con muchos hijos siempre priorizan que vayan los chicos al colegio y son las niñas las que se quedan en casa”.

Eso había que revertirlo y “la mejor forma era colaborar con la ONG en el gasto de material escolar para que pudiesen dedicar sus ingresos a que las niñas puedan acudir a las aulas”. Así lo explicó a los alfareños y desde el primer momento las cajas con material escolar no dejaron de llegar.

La experiencia allí ha sido “brutal”. Por el choque cultural, por ver de primera mano cómo viven en un país con una pobreza notable. “Vas a los colegios y te das cuenta de la suerte que tenemos en España”. Han repartido todo el material escolar en dos colegios de la zona, uno en el pueblecito de Gandiol y el otro en El Barrio de Hydrobase. “Nos han explicado los profesores que les hemos salvado el curso escolar porque todo lo que no se tienen que gastar en material escolar lo van a poder dedicar al comedor escolar y otras mejoras necesarias en el centro”.

También han entregado a una asociación de mujeres el dinero (300 euros) donado por la Asociación de Mujeres de Alfaro. “Es una sociedad muy machista y son pocas las niñas que pueden ir al colegio, ese dinero va a servir para que algunas de ellas puedan ir”. Además han entregado una cantidad importante de gafas de sol donadas por una óptica alfareña.

Y con el mundo del deporte siempre presente, el viaje también ha servido para entregar material deportivo a un equipo de fútbol de la zona. Ahora vuelven a casa con el chip cambiado. “Es increíble ver cómo son felices con lo poco que tienen”.

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