Gonzalo Capellán ha cumplido sus cien días de gobierno. En la última semana ha hecho una ronda de entrevistas por los medios de comunicación de la región para explicar cómo han sido estos más de tres meses. Cómo fue la elección del Gabinete, cómo valora sus primeras medidas, las sorpresas que se ha llevado al abrir los cajones del Palacete son algunas de las primeras preguntas.
– El otro día en el Parlamento daba las primeras pinceladas sobre lo que se ha encontrado del anterior Gobierno regional. ¿Queda alguna alfombra más por levantar?
– Hay mucha información. Yo lo que hice fue poner el foco en aquellas cuestiones que no tienen tanto que ver con el pasado como con el presente y el futuro. Son fondos que tienen compromisos actuales y que podrían hipotecar nuestra acción de gobierno. En muchos casos son los propios técnicos los que nos han dicho que no son viables o nos ponían en mucho riesgo. Así que hay que eliminar algunos y reconducir otros, creo que hablé con bastante claridad. Lo dije desde el minuto uno: había que estudiar dónde estábamos. Además, yo dije que venía a hacer un ejercicio de transparencia al Parlamento, por eso no hablamos de otros fondos que están dentro de la acción de gobierno, sino de los que estaban en el Plan de Transformación y de los que no se había ofrecido información. Hay dos fundaciones que no habían rendido cuentas al Parlamento ni a las empresas, ni siquiera a quienes estábamos en la oposición.
-¿Alguna sorpresa?
– La sorpresa más grande que me he llevado, obviamente yo y todos los miembros del equipo de gobierno, es que la Fundación para la Transformación ha gestionado cero fondos europeos. No se entiende que se constituyese para esa gran oportunidad y que solamente haya habido transferencias de dinero propio desde otras consejerías. Para gestionar los fondos propios ya estaban las estructuras de gobierno y sobre todo fracasó en su principal cometido que fue la captación de fondos.
– Aseguró que no gobernaría nunca con partidos extremos, pero son muchos los que piensan que Gonzalo Capellán está llevando a cabo las mismas políticas que si gobernase con Vox.
– Nos hemos acostumbrado durante tanto tiempo a ver que los políticos no cumplían su palabra y que ahora venga un presidente que cumple estrictamente lo que está en su programa puede resultar extraño, pero yo reto a cualquiera a que me diga cuál de las medidas tomadas en estos cien días no estaba en mi programa. Obviamente, han surgido otras cuestiones y ha habido que tomar medidas inmediatas.
Gonzalo Capellán, presidente del Gobierno de La Rioja. Fernando Díaz
No soy de mirar atrás, dije que empezaba nuestro tiempo. Da igual lo que hayan hecho otros, prometimos un buen gobierno que solucionase los problemas y estamos enfocados en ello. Había otras formaciones que tenían su programa, pero el nuestro fue respaldado por la mayoría, lo que no se entendería es que apoyásemos medidas de grupos que tuvieron un mínimo apoyo social.
– Le oímos decir mucho lo de que iba a estar a lo importante. ¿Corría tanta prisa cambiar el nombre a la Biblioteca Almudena Grandes?
– No. Pero principalmente hemos estado en las cosas importantes. En la crisis del sector vitivinícola, en los caminos ante las inundaciones, en el plan para reducir las listas de espera, en las medidas fiscales… Entre medio las consejerías llevan a cabo muchas acciones. Para mí esa no era de las más importantes.
– Dio a sus tres manos derechas las carteras de Hacienda, Educación y Salud. Como para ser amigo del presidente.
– Nunca he pensado para las carteras en amigos. Es verdad que con ellos ha trascendido la relación política. Son personas a las que aprecio pero están en esos puestos porque asumieron apoyarme en toda la campaña. María Martín hubiese sido, por ejemplo, una magnífica consejera en cualquiera de las carteras. Hay momentos en los que no se puede decidir. Si yo hubiese podido elegir me hubiese gustado ser director general de Deportes y no Presidente, pero cuando te comprometes no es siempre en el lugar en el que te encuentras más cómodo. Galiana en su caso es una persona con absoluta vocación de servicio público y además conoce perfectamente la consejería, ya fue un gran consejero, muy conciliador. Creo que es otra manera de concebir la política porque los tres estábamos ya alejados de ella. No los puse donde iban a estar más cómodos sino donde podían prestar mejor servicio.
– ¿Por qué se mete a varias personas en una lista del Parlamento y se les quita a los quince días para ponerlos en el Gobierno?
– Yo siempre dije que estaba convencido de que iba a ganar, pero cuando haces la lista del Parlamento aún no has ganado. Yo hice una lista al Parlamento con personas que sabía que eran competentes en diferentes áreas. Fue en el momento de ganar las elecciones cuando reflexioné dónde podían aportar más. Creía que era importante que estuviesen en la gestión y que estuviesen cien por cien volcados en ella. Aún así queda una extraordinaria lista en el Parlamento con gente de mucha visión del territorio. Veremos cómo funciona.
– Se le cayó algún fichaje estrella en el último momento
– Me gusta mucho manejar los tiempos. Hice una cosa que algunos me dijeron que era bastante temeraria y fue convocar el acto de presentación de la lista del Parlamento y empezar a llamar a la gente el día anterior a las cinco de la tarde. Confiaba mucho en la gente que se había sumado al proyecto. A las siete y media los 33 diputados y los tres suplentes me habían dicho que sí. Con los consejeros aún fue más fácil: los anunciamos el sábado y los llamé esa misma mañana. Todos me dijeron también que sí.
– ¿Ha faltado algún fichaje del ámbito universitario?
– El ámbito universitario atesora mucho conocimiento, pero también es importante una experiencia en el ámbito de la gestión. Creo también que tenía que rodearme de las personas que en octubre dijeron sí y trabajaron en el proyecto. Mucha gente de la universidad me daba ideas y les invitaba a subirse al proyecto y la respuesta era ‘no’. También aquí se necesitan personas decididas. Aún así he contado para el programa con gente del ámbito universitario que han sido muy generosas en darme ideas y compartir conmigo su conocimiento. Pero quería personas que hubiesen estado desde el primer momento y que han conseguido que ésto haya sido un éxito.
