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San Mateo quita el hambre

San Mateo quita el hambre: Logroño recupera fuerzas en el Concurso de Calderetas

El cohete voló y desde entonces Logroño, sus vecinos y visitantes se entregan al noble arte de ponerse hasta arriba de comer y de beber. Y en la mañana de este lunes se ha desarrollado uno de los actos centrales de las fiestas mateas en términos gastronómicos. El concurso de calderetas ocupa a festeros logroñeses que disponen de una mañana de lunes para reunirse en familia y amigos, y desde las 10:00 horas pelar, cortar, partir, encender, sofreír, remover, salar, probar, rectificar, probar de nuevo y así llegar a la hora de la comida, por tanto, a la hora de la verdad sin apetito alguno.

Porque San Mateo quita el hambre de tal manera que para eso de las 14:30 horas resulta imposible echarse unas patatas al estómago, salvo los que se escapen del trabajo para juntarse aunque sea unos minutos con los cocineros y el resto de pinches que a lo largo de la toda la mañana han estado charlando entre vinos, cervezas, y algo para picar. Es un almuerzo continuado, que se alarga desde las diez hasta la hora de comer. Chorizo frito, salchichón curado, tocadores de violín en formato jamón, encurtidos, huevos fritos, pan, frutos secos, una ensalada de tomate de la huerta del padre de uno de la cuadrilla que todavía no ha llegado porque le han mandado al supermercado a comprar unos ajos porque el que los tenía que traer se los ha olvidado.

Mañana de pucheros en el centro de Logroño, de cazuelas humeantes, de chascar patatas, de darle profundidad al guiso, de que todo esté listo para cuando llegue el resto de comensales, de ver si te ha tocado sombra o por el contrario sol, y en ese caso cómo solventar tanta mala suerte en una mañana para el disfrute. Es lunes y tras dos días de fiesta la gente continúa saciando el hambre en honor a San Mateo.

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