Un seísmo de magnitud 6,8 en la escala Ritcher, un balance provisional de casi 2.000 muertos y otros tantos heridos, las aldeas más cercanas al epicentro del terremoto aún aisladas. Marruecos vive estos días una tragedia de dimensiones descomunales tras el temblor de tierra que asoló la zona sur del país el pasado sábado. El riojano Francisco José Caparroso y su perra Argui ya están de camino para colaborar con las labores de rescate, tal y como hicieron en el mes de febrero en Turquía y Siria.
Este lunes se encuentran camino a Barcelona para unirse con un grupo de veinte personas entre sanitarios, bomberos y adiestradores de perros para salir camino a Marrakech a ayudar “en todo lo que sea posible en semejante tragedia”. Han quedado en el parque de bomberos de Barcelona para salir desde allí todos juntos.
Lo hace como presidente de la Asociación de Perros de Salvamento de España. Han sido, de nuevo, elegidos por el grupo por la gran capacidad de Argui en situaciones similares. Con cinco años, el perro está en uno de sus mejores momentos. “Se encuentra en un momento excepcional, aún no es mayor, pero tiene mucha experiencia y sabe estar a la altura en este tipo de situaciones”.
Allí los están esperando para no perder ni un segundo en la búsqueda de supervivientes. “Cada situación en cada país es diferente, no puedes llevar en la cabeza una idea preconcebida, hay que tener aptitud de ayuda y colaborar en todo lo que sea posible. La capacidad de ayuda del equipo es enorme”.
Llevan una cantidad ingente de material de desescombro para poder aportar su trabajo y su conocimiento. De nuevo, no se lo ha pensado ni un minuto a la hora de salir. De momento, las previsiones iniciales son estar allí a lo largo de toda la semana. “Todo depende de la situación que nos encontremos. A veces es mejor estar cinco días a tope y que luego venga otro grupo a relevarnos. El cansancio hace que cometamos errores que no nos podemos permitir”.
En Turquía fue en un segundo retén, cuando sus compañeros ya estaban agotados de trabajar. Ahora van en un primer momento, a pocos días del temblor de tierra. Argui, una pastor belga malinois de 5 años, va, como hace unos meses, tranquilo para aportar su granito de arena en la tragedia. Es importante salvar vidas que puedan estar atrapadas entre los escombros, pero también descartar que las haya para empezar con las labores de desescombro.
