“Un desastre de mañana”. Así definen los voluntarios del Banco de Alimentos de La Rioja un inicio de semana en el que han tenido que abandonar la habitual preparación de lotes para distribuirlos entre los necesitados y agarrar escobas, cubos y mangueras para devolver sus instalaciones a la normalidad.
El almacén que gestiona la entidad en las proximidades de Las Norias ha amanecido completamente cubierto por una lámina de agua y lodo que tiene su origen en las intensas tormentas del fin de semana. Por fortuna, no ha habido que lamentar daños materiales, ya que el Banco de Alimentos almacena la mercancía en estanterías elevadas, a fin de evitar que situaciones como la de este fin de semana interrumpan su labor solidaria.
No es la primera vez en la que la entidad se ve ante un panorama como el actual e invitan a las instituciones a actuar de forma inmediata para que estampas como la de este lunes no vuelvan a repetirse. El agua descargada por las tormentas baja desde el monte El Corvo y, al encontrarse las cunetas sucias, las sortea para cruzar la carretera e infiltrarse en las instalaciones del Banco de Alimentos.
