Marian tuvo un accidente de buceo hace ahora seis años. El daño cerebral sufrido le propició problemas en las piernas (ahora su vida discurre entre una silla de ruedas y un andador), problemas de vista y problemas en las extremidades superiores. Después de pasar por diferentes clínicas de rehabilitación, desde hace cuatro años vivía de lunes a viernes en el Centro de Minusválidos Físicos de Lardero.
Este domingo, 3 de septiembre, tendría que haber vuelto tras sus vacaciones de julio y agosto, pero un WhatsApp hace unos días le remitió una carta del director del centro evidenciando su cierre momentáneo. Como cada domingo su hermano tenía que llevarla hasta el próximo viernes.
Es una de las 45 afectadas por el cierre momentáneo del centro. “Nadie nos ha dicho nada, ni los motivos, ni hasta cuándo, ni ahora qué hacemos”. Un WhatsApp y lo que van conociendo a través de los medios de comunicación. Poco más sabe. Sólo que no van a poder seguir con su rutina de trabajo que le hace día a día poder seguir mejorando y ser cada vez más independientes. “De momento me seguiré pagando el fisio como lo he hecho en julio y agosto por las vacaciones, pero en el centro consigo mucha más mejoría porque es algo más constante”, cuenta.
Terapias, rehabilitadores, fisios, muchas horas de gimnasio… “Los progresos son lentos, sin embargo cuando no haces a lo que tu cuerpo se va acostumbrando y necesita, en seguida notas el empeoramiento”.
Las formas tampoco han sido las adecuadas. “Yo me puedo apañar un poco mejor y este lunes por ejemplo he podido salir un poco a la calle a andar un rato, pero hay gente que es totalmente dependiente y ahora son las familias las que se van a tener que hacer cargo de ellos las 24 horas del día. Les han avisado de un día para otro y se han encontrado con un papelón”, explica.
“Nadie nos asegura que el centro se vaya a volver a abrir”
“Nos avisaron de la noche a la mañana”, comenta Gregorio, otro usuario. Él tiene una discapacidad física y lleva desde 2017 en el centro. Ha conseguido allí sacarse la ESO y un curso para acceder a un grado superior de FP que iba a comenzar este año gracias a la colaboración del CRMF con otro instituto. “Este año empezaba un grado de Integración Social, pero si el centro no abre no lo podré cursar”, asegura.
Cuenta que les avisaron el 31 de agosto, a cuatro días de abrir las puertas del centro. “Había compañeros que hasta tenían ya el billete comprado porque hay gente que viene de otras comunidades”.
“Nadie nos asegura que el centro se vaya a volver a abrir y hasta que no lo veamos no tenemos la certeza de que pueda ser así”. Su madre, Ana, entiende que no son formas. “Con lo que le ha costado a mi hijo llegar a poder estudiar, ahora nos dejan empantanados”.
La dirección del Centro de Minusválidos Físicos (CRMF) de Lardero ha transmitido este lunes a sus trabajadores su decisión de cerrar el centro, de manera temporal, como medida de presión al Gobierno de España, del que depende, por los “graves errores administrativos” en las instalaciones. Así lo ha informado el sindicato CSIF.
Estos errores se dan en la falta de prevención de riesgos laborales, el mantenimiento de ascensores, calderas y calefacción y la falta de mantenimiento de las instalaciones eléctricas, servicios obligatorios en todas las Administraciones Públicas.
