La Rioja

El sector de los cuidados a mayores, un nicho de empleo con mucho presente y futuro

El contar actualmente con una población más envejecida y con medio país preocupado por la despoblación, ha hecho que se haga más patente la necesidad de luchar por la llamada ‘revolución de los cuidados’. Porque el futuro es para todos, y debemos procurarnos una vejez de calidad, la profesionalización de los cuidados se antoja cada vez más importante.

Estamos en un entorno donde hay una necesidad clara de cuidar a las personas mayores o dependientes y es que, tal y como señala Aurelio López-Barajas, CEO de SUPERCUIDADORES, empresa pionera impulsada por UNIR en la ‘Nueva Economía de los cuidados’ , “cada vez se puede tirar menos del entorno familiar, entre otras cosas porque las familias tienen menor número de hijos (el índice de natalidad en España está en 1,19 hijos por mujer), o por razones de movilidad geográfica e incluso de ruptura familiar”.

– ¿Cómo está actualmente España en materia de cuidados?

– Tenemos una Ley de Dependencia aprobada en 2008 que da prestaciones en el ámbito de las necesidades de las personas mayores dependientes, pero que en el ámbito actual requiere muchos más recursos para cubrir las necesidades que hay. Las familias que tienen a una persona dependiente no pueden hacer frente a la situación únicamente con las prestaciones públicas. Tiene que haber una mayor colaboración público-privada para afrontar las demandas presentes.

Aurelio López-Barajas

Pero además hay una necesidad de mayor coordinación sociosanitaria dentro del ámbito tanto de la salud como de la atención social, es decir, la combinación entre hospitales, centros de salud y centros socios sanitarios con residencias de mayores, centros de día y la atención domiciliaria tiene que ser mucho mayor para que una persona con independencia de dónde se encuentre pueda recurrir a su historial tanto en el ámbito sanitario como en el de atención social.

– ¿Qué relación hay entre la economía de los cuidados y la despoblación?

– La despoblación afecta porque las personas que viven en en entorno rural cada vez tienen menos accesibilidad a esa atención sociosanitaria, lo que hace que se encuentran en un situación de menor disponibilidad de recursos tanto públicos como privados para poder hacer frente a sus necesidades por razón de edad, enfermedad, discapacidad o dependencia.

– ¿Qué futuro tiene el sector de los cuidados?

– Mucho. Es un nicho de empleo claro donde llevamos más de 15 años donde la ocupación crece hasta un 10 por ciento de manera anual y recurrente. Es un empleo no deslocalizable que hay que proporcionar allí donde haga falta, así que se ha convertido en un nicho para explotar en el ámbito rural pero también en el urbano. Personas que quieran trabajar en este sector seguro que van a encontrar trabajo ya sea en instituciones sociales como en servicios de atención domiciliaria. Estos últimos son un nicho de mercado claro junto con los gerocultores y el personal de teleasistencia. Sin olvidarnos de los trabajadores sociales que hacen la labor de coordinar la necesidad de la persona dependiente y la prestación de servicio ya sea púbico o privada.

– ¿Cuál es el perfil y la preparación de las personas que cuidan a nuestros mayores y a las personas dependientes?

– Ya por ley, a partir del 1 de enero de 2023, es obligatorio tener una formación y sacarse el certificados de profesionalidad en Atención Sociosanitaria para trabajar tanto en el ámbito de instituciones sociales como en el ámbito de atención domiciliaria. Un documento de profesionalidad que requiere los estudios de la ESO o una titulación equivalente. En cuanto al perfil, suelen ser mujeres en su mayoría (el 80 por ciento), aunque cada vez se van incorporando más hombres personas, con edades comprendidas entre los 40 y 50 años. Además, es un sector donde hay mucho personal extranjero, de Latinoámerica, Marruecos y Europa del Este.

– ¿A qué se debe este gran porcentaje de trabajadores extranjeros?

– Desde el punto de vista de reconocimiento de esta labor hay que dignificarla y reconocerla de mejor manera por la sociedad. Este reconocimiento no puede ir exento de formación. Si las personas que cuidan no están formadas no se les reconoce su labor, pero esto pasa en todo tipo de profesiones. La experiencia por supuesto también es muy valiosa, pero debe ir unida con una cualificación técnica. Hasta que el sector no se profesionalice será difícil que se le reconozca tanto desde el punto de vista de la dignificación como el del salario. En los últimos años, el sueldo ha subido más de un 45 por ciento, y ya está reduciendo la brecha entre las personas que no tienen cualificación con aquellas que la tienen.

– ¿Por qué es tan importante la profesionalización de los cuidadores?

– Los cuidados profesionales aumentan la calidad de vida de las personas. Una persona tiene que saber por supuesto los temas técnicos de movilizar a una persona, asearla, darle de comer, la medicación… pero también es fundamental que sepa comunicarses con ella, tener empatía, una escucha activa, asertividad, etcétera. Y tan fundamental es una cosa como la otra. Hay que tener actitud y aptitud.

– Han creado junto a The Silver Economy Company una consultora especializada en la ‘Nueva Economía de los Cuidados’. ¿Qué objetivos persigue? ¿A quién va dirigido?

– Dirigido a todo el sector de la economía plateada, de la economía de las personas mayores. Tanto para empresas públicas como privadas, para profesionales o instituciones que quieran operar en el ámbito sociosanitario. Disponemos de numerosos informes y estudios tanto de España como de otros países sobre el sector, así como productos tecnológicos y servicios que demandan las personas mayores dependientes. Con todo ello damos una consultoría especializada en este sector de los cuidados.

El reconocimiento y dignificación, premiados

Aurelio López destaca que Supercuidadores organiza unos premios desde ya hace 9 años que tratan de reconocer y dignificar la labor que realizan tanto las personas físicas como las personas jurídicas, las empresas, instituciones y administración en los trabajos y acciones pendientes de mejorar la calidad de vida de las personas mayores o personas que sufran algún tipo de enfermedad o discapacidad. “Animamos a la gente a que participe y presente sus candidaturas hasta el próximo 30 de septiembre. Este trabajo se debe reconocer y ensalzar”.

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