La Rioja

Verano negro para la violencia machista

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

La violencia machista ha dejado un reguero negro de víctimas este verano, en el que al menos quince mujeres han sido asesinadas entre julio y agosto por sus parejas o exparejas, según los datos del Ministerio de Igualdad, que ya advirtió al inicio de la época estival del peligro de estas fechas. El corazón La Rioja se rompió alrededor de las dos de la tarde del pasado 8 de julio, cuando Samer culminó su infernal plan de apagar para siempre la mirada turquesa de su esposa Salwa. No pudo ir más allá y la rápida actuación policial impidió que antes de suicidarse en el río Ebro también acabase con la vida de sus tres hijos.

En julio fueron ocho y en agosto se han contabilizado siete -a falta de que se confirme la naturaleza machista del asesinato de una mujer de 58 años cometido este miércoles en la localidad valenciana de Alzira-, a las que se suman otras cuatro asesinadas en junio. De ellas, solo cuatro habían presentado denuncias previas contra sus agresores. Estas víctimas han hecho aumentar hasta cuarenta las víctimas de la violencia de género de 2023, diez más que a estas alturas de 2022.

Casi el cincuenta por ciento de los asesinatos machistas de este año se han cometido durante el verano, un porcentaje considerablemente superior a la media de la serie histórica iniciada en 2003, que ya cuenta con 1.124 víctimas, el veintiocho por ciento de las cuales fueron asesinadas entre junio y agosto.

Además, los datos de este año han supuesto un incremento con respecto a los dos últimos veranos, en los que se había logrado reducir la cifra de víctimas mortales por violencia de género. En 2022, las mujeres asesinadas en julio fueron 3, igual que en agosto. En 2021, se contabilizaron 6 víctimas en julio y 3 en agosto.

Las víctimas de este verano

La última víctima del verano ha sido Raquel, de 58 años, asesinada ayer 30 de agosto por su exmarido, un policía jubilado que acabó con su vida tras atrincherarse con ella en una vivienda de Alzira (Valencia).

Ese mismo día Igualdad había confirmado el crimen machista de Charo, de 40 años en Béjar (Salamanca), al que habían precedido el asesinato de Encarni, de 63 años, la semana pasada en la localidad gaditana de Chipiona; el de Soledad, de 50 años, en el barrio madrileño de Moratalaz; el asesinato de Juana, de 31, en Pozoblanco (Córdoba); el de Evarista, de 91 años en Tenerife y el de Zhour, de 27 años, en Almería.
La primera víctima del verano fue Zhen Jiang, de 47 años, asesinada por su pareja el 1 de julio en el bar que ambos regentaban en Pamplona (Navarra).

Detrás de ella perdieron la vida a manos de sus parejas y exparejas Kirsty, de 36 años en Tarragona; Carmen, de 54 años en Málaga; Carla, de 27, en Girona; Salwa, de 35 en La Rioja; Ilham, de 38 en Valencia; una mujer de 29 en Barcelona y Erica Vanessa, de 22 años, en Sevilla.

Además, la semana pasada se confirmaba que lo que aparentemente había sido un accidente de coche el pasado mes de mayo en Motril (Granada) se trataba, en realidad, del asesinato machista de Encarni, de 39 años, que fue asfixiada por su marido y colocada en el automóvil accidentado para ocultar la causa real del fallecimiento.

“No podía ser verdad”

Cuando la noticia saltó a los informativos de todo el país, el de Logroño era simplemente otro más de los 26 crímenes -por entonces, la cifra no tardó en ampliarse- de un país diezmado por el terrorismo machista. En cambio, en la zona norte de la capital riojana el suceso golpeó con una crudeza inusitada: “No podía ser verdad”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

La vitalidad de Salwa no pasaba desapercibida en un barrio empeñado en derribar la barrera de los prejuicios. Un crisol cultural en el que la familia de la víctima no sólo encajó como un guante, sino que adquirió la categoría de símbolo por su condición de refugiados.

Salwa y Samer escaparon en 2012 del terror del Estado Islámico en Siria. En los campamentos de refugiados de Líbano nacieron sus tres pequeños, dos niñas y un varón, y tras cuatro años de supervivencia, el 29 de junio de 2016 pusieron rumbo a La Rioja con un objetivo sencillo: cimentar una vida mejor. Llegaron “un poco desorientados y con algo de miedo”, pero el matrimonio y sus hijos no trataron de aislarse en su propia burbuja familiar. Todo lo contrario. Decidieron echar raíces e intercambiar lo mejor de su cultura con las del resto de comunidades que conviven pacíficamente en Logroño.

Dos comités de crisis

Antes estas cifras, el departamento de Igualdad se ha visto obligado a convocar dos comités de crisis este verano, uno el pasado julio y otro el próximo lunes, en el que se analizarán los siete asesinatos de agosto.

Este mecanismo se convoca en los meses con una “alta concentración” de asesinatos machistas -cinco o más- o ante aquellos feminicidios en los que concurran circunstancias de “especial relevancia”.

Desde que se creara este órgano en julio de 2022 se han convocado cinco comités: uno en diciembre del año pasado, cuando tuvieron lugar 11 crímenes machistas; otro en enero de 2023, con 8 feminicidios; uno en mayo, por los 6 asesinatos registrados; y los dos de julio y agosto.

En estos encuentros también participan Justicia, Interior, Fiscalía y las comunidades autónomas, y sirven para analizar las casuísticas especiales de cada caso para intentar mejorar en la detección y prevención de nuevos crímenes.

“Concluimos en que siempre todas las víctimas, incluso las asesinadas, nos enseñan algo, nos permiten mejorar”, subrayó Rosell tras el comité del pasado julio.

El peligro del verano

A principios de agosto, la Delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ya alertó de que “el verano es una época comprometida para las mujeres que sufren maltrato” por la mayor convivencia que se da con sus agresores debido a las vacaciones.

Ante esta situación, en el comité de crisis del pasado julio se lanzaron propuestas como insistir en la necesidad de recursos especializados en espacios de ocio típicos del verano, como el sector hotelero, el ocio nocturno, los festivales, las piscinas o la hostelería.

Asimismo, tras esta reunión, la ministra de Igualdad, Irene Montero, advirtió a la sociedad de que “en estos meses necesitamos una especial alerta” y aseguró que “siempre podemos hacer algo para tender la mano a una víctima”.

“Ante la más mínima duda no lo dejéis pasar, llamad al 016 o al 112 si es una emergencia”, subrayó en su cuenta en la red social X (antes Twitter).

Para atender a posibles víctimas de violencia machista, los recursos disponibles las 24 horas del día son el teléfono 016, el correo electrónico [email protected] y el canal del WhatsApp en el número 600 000 016.

En una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y, cuando la llamada es imposible, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se enviará una señal de alerta a la policía con geolocalización.

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