Entrar a formar parte del mercado laboral ya de por sí constituye todo un desafío, pero la situación se complica para las personas con algún tipo de discapacidad. Afortunadamente, con el paso de los años, la exclusión que una enfermedad o limitación dejaba fuera de la vida laboral a millones de individuos se ha reducido considerablemente gracias a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en este sentido, las universidades no han sido ajenas y han apostado por conseguir una sociedad igualitaria e inclusiva.
En UNIR este objetivo está muy presente, fomentando la interacción constante con la sociedad en los distintos territorios en los que está asentada, y concretamente en La Rioja, para atender a las preocupaciones las necesidades de todos sus sectores, sobre todo en el empleo. Por ello, los estudiantes de Ingeniería Informática de la universidad en línea junto con Sopra Steria y la Fundación Randstad han desarrollado un proyecto para lograr superar la primera barrera para conseguir un trabajo: elaborar el currículum vitae.
“En este proyecto lo que se buscaba era desarrollar una aplicación que fuera accesible para personas con discapacidad, y sobre todo dar una herramienta que facilitara su incorporación al mundo laboral”, explica Jorge Torres, Director de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de UNIR. Una iniciativa que se ha denominado inCV y que involucra a los alumnos con su trabajo de fin de estudios desarrollando un compromiso firme con la sociedad.
Se trata de una aplicación móvil gratuita disponible en Play Store y App Store que facilita a personas con discapacidad intelectual cumplimentar de manera sencilla y adaptada su CV mediante escritura y reconocimiento de voz a través de varios pasos. El usuario también puede añadir una foto y, al finalizar la carga de todos los datos, se genera un PDF que puede enviar vía mail a empresas y organizaciones para aplicar a una oferta de empleo.
“Vimos que una de las principales barreras para poder acceder a un empleo es el poder aplicar, y por ello decidimos crear esta aplicación que eliminara ese obstáculo y permitiera a la persona a través de una interfaz de usuario muy amigable responder a unas preguntas que la app le lanza relacionadas con su perfil personal y profesional”.
Un proyecto que cuenta con muchos beneficios para ambas partes, usuarios y creadores. “El modelo de trabajo que se llevó a acabo para este plan permitió a los estudiantes entrar en contacto con profesionales del sector tecnológico, ya que Sopra Steria puso a disposición del proyecto profesionales que interactuaban con los alumnos y eso les permitía definir el proyecto, establecer prioridades, gestionarse… Es decir, potenciar la formación de los estudiantes en habilidades teóricas y prácticas y asegurar que ese conocimiento se aplique de forma eficaz al desarrollo de soluciones tecnológicas que vayan en beneficio de la sociedad”.
La mejor manera, cuenta Torres, de sensibilizar y contribuir al bien común. Y es que los futuros ingenieros han tenido la oportunidad de conocer el contexto actual a través de Randstad, desarrollar una aplicación y, lo que es más importante, testearla directamente con personas con discapacidad. “De esta forma tuvieron un feedback con ellos interactuando con un grupo de usuarios con los que no están acostumbrados a tratar”.
Pero esto no acaba aquí. El trabajo continúa y en siguientes etapas se planea incorporar la posibilidad de hacer un videocurrículum, incluir distintas plantillas macro para crear la hoja de vida, mejorar la gamificación y facilitar aún más el acceso mediante biometría y otras técnicas.
