La Rioja

Logroño reducirá “de forma inmediata” los baldeos para limpiar sus calles

Logroño ha iniciado la legislatura con una idea clara sobre el consumo de agua, que pasa por concienciar más a la población sobre la importancia de reducir el consumo y, sobre todo, aprovechar mejor la que cae de la lluvia que, ahora, en muchas ocasiones, se pierde.

Estos son los planteamientos del concejal de Medio Ambiente de Logroño, Jesús López, que ha explicado en declaraciones a EFE sus principales ideas para el futuro de una ciudad que está por debajo de la media nacional en consumo por habitante “lo que demuestra que los logroñeses están concienciados”, pero “podemos, incluso, mejorar”.

Pero más allá del consumo de los ciudadanos, Logroño tiene otras “tareas” que acometer en cuanto a distribución, porque aunque su red de abastecimiento está compuesta mayoritariamente de conducciones de fundición, aún existen tramos de fibrocemento que generan fugas y averías.

Para evitar fugas, el Ayuntamiento dispone de un servicio de detección de pérdidas que no son detectadas a simple vista y los resultados del mismo determinan un nivel pequeño de fugas. En cuanto a las averías, explica el concejal, se producen reventones en la red de fibrocemento, por lo que es “necesario” un plan de sustitución, algo que queda más en evidencia “en verano, porque es una época en la que baja la demanda de agua en ciertas horas y aumenta en otras, en las que hay una sobrepresión que lleva a algunas roturas de tuberías más antiguas por una especie de efecto rebote”.

Así “por mucho que intentamos ahorrar agua en los usos municipales, perdemos cantidades ingentes en esos reventones, por muy rápido que quieras actuar”. “Hacen falta inversiones que no se han hecho en los últimos años y tampoco hemos encontrado presupuesto para actuar, aunque desde el próximo año comenzaremos en esa renovación de redes”, que “debe ser amplia porque Logroño tenía más de cien kilómetros de redes de fibrocemento y aunque algunas se renovaron, queda mucho por hacer y hay que planificarlo”, ha incidido López.

De hecho, detalla, en la futura planificación “habrá que analizar por dónde se empieza, si por las tuberías más antiguas, por las que consideramos más estratégicas o las que tengan más diámetro”.

El “círculo vicioso” de la limpieza

Una de las medidas con la de que “de forma inmediata” se va a bajar el consumo de agua es la reducción de baldeos en las calles “porque en estas semanas hemos tenido que hacer un esfuerzo importante en una campaña de choque de limpieza de la ciudad, para volver a los estándares que tenía la ciudad” pero “ahora podemos empezar a reducir esos baldeos”.

Sin embargo, tampoco en eso el margen de actuación es muy grande “porque hay cuestiones, como los excrementos de paloma, que solo se pueden limpiar con agua a presión” con lo que “si queremos reducir el consumo de agua por ahí, se da una mayor sensación de suciedad en algunas zonas” y “los ciudadanos se quedan con esa visión”. “Es un círculo vicioso en el que estamos metidos, el de querer ahorrar agua, pero por contra la ciudadanía nos demanda que la ciudad esté limpia”, explica.

No obstante, ya han tomado algunas medidas, como el restringir el uso de la técnica del baldeo manual a aquellas zonas donde la mecanización de esta tarea sea complicada o ineficiente; también se ha potenciado el uso de equipos de alta presión con menor consumo de agua; se han mejorado las llaves de apertura y se van a revisar las bocas de riego para que se eviten pérdidas. También se trabaja desde hace años en avanzar en el riego inteligente de parques, con lo que se ha rebajado el consumo.

Obras “necesarias”

Otras situaciones que tiene que acometer el Ayuntamiento de Logroño para reducir el consumo de agua pasan por realizar “una obra compleja” en la depuradora (ETAP) “porque tiene deficiencias importantes y genera pérdidas de agua todo el año” pero “hay que analizar cómo acometerlo y a la vez mantener el suministro a la ciudad”.

Esta es una de las cuestiones que no acometió el anterior equipo de Gobierno, reprocha el concejal, lo mismo que “otras obras importantes” como el interceptor sur de aguas de escorrentía “porque las redes de saneamiento de esa zona no dan de sí en momentos de lluvias torrenciales, como ya hemos comprobado este mismo año” y lo mismo ocurre en el barranco de Oyón y en una zona de Yagüe. Todo ello, unido a la idea de crear una red de balsas en el entorno de Logroño que recojan agua “y que siempre sirvan de ayuda a la ciudad”.

“Es una obra que puede tardar un año y medio desde que nos pongamos a ello, porque habrá que hacer primero expropiaciones en las zonas donde se van a construir unas balsas iterconectadas que puedan actuar de depósitos”, explica.

A falta de esas obras y, a pesar de las pérdidas, Logroño “de momento no tiene problemas de agua y esperamos que no los tenga en los próximos meses” pero “todo depende de que llueva más” y “en cualquier caso tenemos que lograr una concienciación todavía mayor para reducir el consumo doméstico” porque “los logroñeses lo están haciendo bien pero se puede mejorar” y “aprovechar mejor el agua”, concluye el concejal de Medio Ambiente.

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