La Rioja

De Tinduf a Calahorra: las vacaciones en paz de Chima

De Tinduf a Calahorra: las vacaciones de Chima lejos del desierto

El programa ‘Vacaciones en Paz’ cumple treinta años en La Rioja. Tres décadas en las que niños y niñas saharauis son acogidos durante los meses de verano por familias riojanas para sacarlos durante unas semanas de las durísimas condiciones de vida (especialmente en verano) a las que están acostumbrados en los campamentos de refugiados de Argelia.

El objetivo siempre ha sido el mismo: que los menores disfruten de unas vacaciones de verano, aprovechar para realizar diferentes revisiones médicas y crear lazos que, en algunos casos, quedan sellados de por vida.

Este año, 38 niños y niñas saharauis están pasando el verano en La Rioja. Una de ellas es Chima, una pequeña de enormes ojos negros y pelo ondulado a la que conseguimos después de mucho esfuerzo sacarle una sonrisa.

Vanesa y Ahmed conocieron por cosas del azar y de internet el programa ‘Vacaciones en Paz’. Ahmed es argelino y en un principio fue reticente a la idea. “Yo creo que el problema que tenía era encariñarse demasiado con la niña, ese miedo lo tenemos muchos padres de acogida”, explica Vanesa.

Aún así ella le terminó convenciendo. “Los trámites no fueron demasiados, la verdad es que la asociación te facilita mucho las cosas”. Su hija Nesrine de once años también aprobó la idea. “Siempre ha querido tener una hermana y nos pareció que esto podía ser lo más parecido durante algunos meses”.

Chima llego a Logroño el pasado 14 de julio. “Ya había venido el año pasado con otra familia, así que más o menos está acostumbrada”. Aún así los inicios a veces son complicados. “Los primeros días no había forma de sacarle una sonrisa estaba como triste, pero entendemos que es normal, al final están separados de su familia”.

Poco a poco cada vez sonríe más. Además Chima tiene la ventaja de que su ‘padre de verano’ conoce su idioma y es más fácil relacionarse con ella. “Los primeros días pedía que le tradujésemos más cosas pero ahora también se va apañando con el idioma, es muy lista”, reconoce Ahmed, que lleva más de 25 años viviendo en España.

Chima ya ha visto el mar estos días, además chapotea feliz en la piscina de casa pero sigue “alucinando” con muchas cosas. “El otro día la llevamos al cine a ver Barbie y se quedó muy sorprendida con la “tele grande”, que dice ella”. Le encanta el chocolate, sobre todo el blanco aunque Vanesa se lo da con cuentagotas. “Por ella se comería todo y tiene un par de caries que estos días se las van a arreglar”.

“También le choca mucho lo de la lavadora, nos cuenta que su madre lava a mano; también tener una habitación para ella sola, está acostumbrada a dormir con toda la familia y algunas noches tenemos que dormir con ella porque le da miedo”.

Senda Viva, la ruta de los buitres en Arnedillo… “Intentamos cada fin de semana hacer alguna actividad para que vea cosas que allí no puede ver, en unos días vamos a Olite al Mercado Medieval, aún no se hace a la idea de qué es un castillo”.

Se pasa el día preguntando. “Tiene mucha curiosidad y todo lo pregunta pero para ella el mejor momento del día es cuando se va a dormir: ella me lee un cuento en árabe y yo le cuento otro en español, la verdad es que para ser tan pequeña lee muy bien”.

Chima ya piensa en el 14 de agosto cuando cumplirá nueve años. “Ya le hemos dicho que haremos algo especial, lo que a ella le apetezca, seguro que nos pide ir a tomar una hamburguesa, que también le gusta mucho”. También descuenta los días para volver a casa el próximo 28 de agosto. “Tenemos un calendario en el que va viendo los días que quedan porque tiene muchas ganas de volver a ver a su madre”.

La experiencia está siendo maravillosa para toda la familia. ¿Repetir?. Casi con total seguridad. “Al final es verdad que lo importante son los niños pero toda la familia estamos aprendiendo mucho de ella”.

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