La Rioja

Logroño, el destino impronunciable en la cumbre europea de ministros

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Logroño es, a priori, un destino más bien sencillo de verbalizar si el visitante procede del ámbito latino. Siete letras, con sus tres sílabas y tan solo dos consonantes contiguas. “Lo-gro-ño”. Fácil. O no tanto. Porque ha bastado una cumbre de alto nivel internacional para comprobar que, quizás, los turistas nórdicos no se dejan caer en masa por la capital riojana por una simple cuestión de vocalización.

El golpe lingüístico de realidad ha venido de labios de la comisaria europea de Asuntos de Interior de la Unión Europea, Ylva Johansson. Adónde no habrá viajado la política sueca, como para pasar uno de sus mayores aprietos en público ante la ribera del Ebro.

Con un exquisito inglés, la comisaria ha agradecido las palabras con las que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, la ha presentado en la apertura de la “reunión informal” de ministros de Interior y Justicia. Y todo iba rodado hasta que Johansson ha encallado en el empedrado que, para un nórdico, parece representar el topónimo logroñés. “Loglo, Loglor, Logorno”, ha intentado pronunciar, pidiendo disculpas por el atranque.

No culpamos, desde luego, a la alta representante europea. No hace falta tener excesiva empatía para ponernos en su pellejo e imaginar que nos tuviera que tocar dirigirnos al público en una cumbre similar que se celebrase en ciudades suecas como Upplands Väsby och Sollentuna, Västerås, Botkyrka o Södertälje (existen, palabrita de honor). Queda, por tanto, disculpada la comisaria Johansson, que sin quererlo ha protagonizado el chascarrillo de una cumbre del más alto nivel continental celebrada en La Rioja.

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