El calor aprieta en el valle del Ebro. Lo mismo a un lado que a otro de la muga, donde el envero comienza a teñir las uvas anunciando vendimia. Entre las viñas de Elciego emerge colosal Marqués de Riscal, que el pasado 12 de julio volvió a erigirse como la mejor bodega europea (segunda del mundo por tercer año consecutivo) en los World’s Best Vineyards. En su biblioteca nos recibe el presidente de Grupo Rioja, Fernando Salamero, y su director general, Íñigo Torres, quienes ponen negro sobre blanco a la situación del sector del vino unos días antes de celebrar la asamblea general de la asociación.
Foto: Fernando Díaz/RIOJAPRESS
– ¿Cómo valoráis desde el Grupo Rioja la situación actual del Rioja? Parece que vivimos en una crisis continua.
– Fernando Salamero. Son elementos externos a nuestro entorno los que están afectando a nuestra actividad normal. Llevamos ya cuatro años con baches en esta ruta que nos toca recorrer, pero yo creo que Rioja tiene unos mimbres fuertes para poder recoger toda esta experiencia y tirar hacia adelante. Las noticias siempre alarman cuando ves el descenso de consumo de vino o su consecuencia, el exceso de existencias, pero también es una realidad que Rioja siempre ha sido un espejo de lo que realmente ocurre en la situación económica nacional. Cuando Rioja va bien, la economía va bien y, cuando Rioja va tocada, la economía va tocada.
– Íñigo Torres. Lo que nos está pasando ahora es el resultado de varios años en los que se ha producido la tormenta perfecta: la helada de 2017, el Brexit, los aranceles de Trump, la pandemia, la guerra en Ucrania… eso afecta negativamente a la comercialización y, aunque hemos ido restringiendo poco a poco nuestra producción, se ha producido más de lo que hemos sido capaces de vender. Por tanto, estamos actualmente en una situación de desequilibrio que tenemos que corregir y es a lo que nos estamos dedicando en el corto plazo, mientras a medio y largo nos centramos en cómo Rioja se adapta al futuro.
– Con la perspectiva que dan los años -Grupo Rioja sopla 55 velas en 2023-, ¿qué experiencia hemos adquirido en crisis anteriores?
– F.S. Que aquí hace falta todo el mundo, tanto los empresarios bodegueros como los viticultores, y que cada ciclo y cada época tiene sus soluciones. Cuando hay una crisis también hay una oportunidad y Rioja siempre se ha adaptado a esas situaciones, que ha habido mil. Yo recuerdo a todos los comerciales de las bodegas ir con las cajitas de muestras de vinos a vender buscando mercados porque España, para muchos era el mercado que absorbía todo el Rioja y se veía en la exportación una oportunidad para sacar el exceso de producción que teníamos. Sin embargo, en aquel tiempo ya había empresas dentro de Grupo Rioja cuyo enfoque comercial era alcanzar un 50 por ciento al mercado nacional y el otro 50 a exportación. Siempre ha habido momentos difíciles y hemos sabido encontrar la fórmula, ya que uno de los puntos fuertes del Grupo es aunar la experiencia y esfuerzo con una finalidad común, que es la venta de los vinos de Rioja.
Foto: Fernando Díaz/RIOJAPRESS
– ¿Qué es lo que más ha cambiado en el sector en este tiempo?
– F.S. Quizás necesitamos un día para todo eso (risas). Empezaríamos por los cambios generacionales, luego por los cambios en el gusto del consumidor y hasta los cambios de personalidad. Ha habido muchos cambios de todo tipo.
– I.T. Es verdad que hay un cambio generacional. En Grupo Rioja hay una mezcla de personas con mucha experiencia y trayectoria, pero también personas jóvenes con muchas fuerzas e ideas renovadas. Es algo paralelo a la evolución de la asociación en sus 55 años de vida. En nuestro grupo hay muchas bodegas centenarias que fundaron la Denominación de Origen que, junto con otras bodegas con trayectorias y marcas consolidadas, forman una asociación que ha estado presentes en todos los grandes pasos que ha dado la Denominación. El Rioja que hoy conocemos ha estado liderado por Grupo Rioja en las grandes decisiones y siempre hemos salido de las crisis. Esta es otra crisis más y estamos convencido de que se vamos a salir adelante, pero también con liderazgo. Los líderes se ven en los momentos difíciles y Grupo Rioja siempre ha estado ahí.
– F.S. Cuando tenía treinta y pocos años ya estaba en la junta directiva y recuerdo como también, como ahora, como coicidían vocales de diversas edades, de setenta y tantos hasta veintitantos, no por mandato estatuario sino por el propio desarrollo y actividad de la agrupación. Siempre ha sido una asociación muy actual y, por tanto, existían diferentes edades, que quizás es uno de los puntos fuertes a la hora de debatir y encontrar soluciones.
– Visto el pasado y hablando del presente, ¿cómo están lass bodegas? ¿Qué os transmiten en el día a día?
– F.S. Tenemos bodegas grandes, pequeñas y medianas con estilos diferentes e intereses comunes, así que somos como un gran expositor que nos permite saber cómo está funcionando el sector.
Foto: Fernando Díaz/RIOJAPRESS
– I.T. Siguiendo con lo que dice Fernando, cuando uno representa tres cuartas partes de la comercialización del Rioja, es obvio que se parece mucho a lo que es Rioja. Después de unos años complejos tenemos un desequilibrio que corregir a corto plazo porque tenemos más existencias de las que serían proporcionales a nuestras ventas.
– Hablábamos antes de una crisis como una oportunidad…
– I.T. Grupo Rioja, junto a otras asociaciones del sector, ha estado liderando un plan de equilibrio que tenemos que aplicar a corto plazo. Si hay una palabra que define a Rioja es el equilibrio y para crecer en valor es necesario estar equilibrados. Eso conlleva esfuerzos por parte de las bodegas y por parte de los viticultores, así que vamos a ser más exigentes en el cultivo de la viña y en la calidad de nuestros vinos, pero también somos los primeros que nos vamos a apretar el cinturón para equilibrar la Denominación de Origen. De forma puntual, y esto sí es algo excepcional, también hemos pedido ayudas a las comunidades autónomas para solventar esta crisis coyuntural que tenemos.
– ¿Y una vez que pase el 2023?
– I.T. Cuando eres líder tienes que mirar no solo a corto sino a medio y largo plazo. En Grupo Rioja ya estamos mirando a futuro y eso pasa por potenciar la creación de valor, ya que las tendencias van hacia un menor consumo. Sin embargo, el consumidor está dispuesto a pagar más por los vinos y eso es lo que Rioja tiene que aprovechar; tiene que adaptarse a esta nueva situación y pensar más en el futuro.
Foto: Fernando Díaz/RIOJAPRESS
– No hay una varita mágica para dar con la solución, pero el fin sí lo tenemos claro: darle más valor al vino. ¿Cuál sería el camino a seguir?
– I.T. Tenemos que utilizar varias palancas con el fin de crear valor. Una de ellas es la de los vinos más ligados al terruño y en ese sentido hay que recordar los movimientos que ha hecho Rioja con el viñedo singular, el vino de municipio y los vinos de zona. Por otra parte, también vemos que los blancos están funcionando muy bien. Hay un cambio climático en el que las temperaturas son cada vez más altas y durante mucho más tiempo, por lo que eso está animando a dinamizar el consumo de blancos. En el año 2006, Rioja ya hizo una modificación para meter nuevas variedades y potenciar los vinos blancos. Además, hemos ampliado el porfolio de Rioja con una nueva categoría con mucho potencial, como son los espumosos de Rioja. Por último, nos quedaría esa revisión de las categorías tradicionales, que son por las que Rioja es conocida en el mundo y creemos que siguen siendo válidas, pero hay que hacer una adaptación al contexto actual.
– La otra “palanca”, como habéis llamado a esas patas para caminar hacia el futuro, sería el enoturismo.
– F.S. La venta directa es perfecta y tenemos un escenario fantástico dentro de nuestra Denominación de Origen porque tenemos lo fundamental, que es el clima, el paisaje y el producto. Creo, simplemente, que tenemos que ser profesionales y creer firmemente en lo que hacemos.
– I.T. Hay que ordenar un poco todo lo que es nuestra oferta de enoturismo y fomentarla. Esto también nos va a permitir incrementar el valor de nuestros productos porque, como dice Fernando, la venta directa es perfecta. Vienen a tu bodega y se enamoran de ella, de tu paisaje, de tu viñedo y se convierte en tus prescriptores para siempre, porque las personas que te visitan disfrutan y aprecian el valor que hay aquí en Rioja.
