Si leer es un placer, mucho más se disfruta en verano. Sentarte a la orilla del mar, en la tumbona, a la sombra de un árbol o en el sofá de casa, sin nada que hacer, sin prisa, desconectando del trabajo, del ruido y de la rutina. ¿Se puede pedir más? Eso sí, la buena elección de la lectura se antoja fundamental y ello depende del ámbito donde te encuentres y de cómo hayas estado de “cargado” durante el año.
Así lo defiende Marta Magadán, gestora cultural experta en innovación y digitalización de la industria editorial y profesora del Máster Universitario en Gestión y Emprendimiento de Proyectos Culturales de UNIR. “Si durante el año no has tenido tiempo de leer escogerás aquello que se te ha quedado en la mesilla de noche, pero si estás muy cansado, necesitarás algo para desperezarte y abstraerte”.
En los últimos años, los índices de lectura han aumentado 5,7 puntos, con una especial incidencia entre los adolescentes, en concreto, entre los chicos y chicas de entre 10 y 14 años. Un crecimiento que, sin duda, tiene mucho que ver con esos jóvenes amantes de los libros y la literatura que profesan su apego por sus autores favoritos a través de las redes sociales, convirtiéndose en los prescriptores más eficaces para sus seguidores: los bookfluencers.
“Son jóvenes de menos de 25 años que han nacido en un mundo totalmente digitalizado y que les gusta leer mucho, pero al mismo tiempo también están muy interconectados y utilizan TikTok, Instagram o YouTube como una nueva forma de comunicación”, define Magadán.
Precisamente esta experta ha desarrollado el estudio ‘Persuasión y fidelidad en los Bookfluencers españoles’ realizado por investigadores de UNIR y que ha analizado hasta dónde llega la capacidad de persuasión de los bookfluencers, así como el impacto que tiene su influencia en la intención de compra de los libros.
La investigación se llevó a cabo a través de un cuestionario lanzado a los usuarios de YouTube, Instagram, TikTok y vía correo electrónico a estudiantes universitarios, y destaca las implicaciones estratégicas en la comunicación de los bookfluencers que requieren centrarse en la calidad del mensaje asociado a la promoción de los autores y obras sin condicionar los mensajes a su diseño en la red social elegida.
Los primeros bookfluencers aparecieron en Estado Unidos, “pero fue una moda que se exportó rápido y a la que los españoles nos hemos sabido sumar. Allá por 2003 ya surgieron los primeros bloggers que se especializaban en literatura, pero la masiva utilización de las redes estos últimos años ha provocado el boom”.
Marta destaca que la forma de enfocar los contenidos en cada red es “totalmente diferente”. En TikTok, por ejemplo, los vídeos son mucho más frescos, informales y viscerales donde la interacción es mucho más directa que en un vídeo que se pueda subir a Youtube. Sin embargo, en Instagram se utiliza mucho más la imagen, se cuida más la estética y se trabaja con fotos mucho más evocadoras. “Sin duda, hoy en día, TikTok es el que más está llegando, sobre todo a la población más joven”.
@raquelbrune_ La autora que ha enamorado a la generación Z #librosrecomendados #librosen60seg Libros que todo el mundo debería leer #librosquedebesleer #lectoras #intensas ♬ cardigan – Taylor Swift
El secreto del éxito de estos bookfluencers radica en su manera de hablar. La gestora cultural explica que hablan el mismo lenguaje que sus seguidores, de manera directa, sin andarse con alambiques. “Conectan con ellos siendo y hablando como ellos, los ‘atrapan’ y después, depende de cómo interactúen, conseguirán más o menos seguidores”.
Un método para impulsar la lectura que está funcionando sobre todo con la literatura juvenil. “El mayor ejemplo es la experiencia que he vivido este año con Alice Kellen, la escritora que más está vendiendo actualmente en España. En un encuentro que tuvimos en un teatro no podía creerse la cantidad de jóvenes que acudieron, con tanto entusiasmo y con sus libros leídos, marcados, con frases sacadas y apuntes… Eso no lo había conseguido nadie hasta ahora y, por supuesto, tiene mucho o todo que ver con los bookfluencers y su forma de comunicarse”.
Y es que, además de hacer reseñas y recomendar libros, gracias a estos amantes de la lectura se crean comunidades entre los seguidores que impulsan diálogos y relaciones con gustos comunes. “No solo se trata de leer, sino para interactuar en redes”.
Sin duda, los bookfluencers se han convertido en una nueva herramienta que han conseguido enganchar a un público muy desconectado de la literatura y que hasta ahora solo tenían el boca a boca y las críticas o reseñas que existían. “Un método que además ha ayudado a las editoriales, que han sabido subirse al carro abriendo canales
de comunicación con los que antes no contaban y consiguiendo llegar a ese público objetivo que no alcanzaban”.
Nombres como Javier Ruescas o Raquel Brune se han convertido en auténticos líderes que, además de guiar a sus seguidores por el universo de la literatura juvenil, recomiendan otro tipo de género. “Esa es la mejor entrada de los nuevos lectores en el mundo de la literatura”. Porque como bien señala Marta Magadán, uno de los grandes
retos que tiene la educación es adaptar los programas académicos a los gustos de los escolares. “Si a los
alumnos les hicieran leer lo que les gusta y no se impusieran tostones anticuados que ni siquiera entienden, no se quedarían tantos lectores por el camino”.
