Cultura y Sociedad

El ceramista Goicoechea destaca “el magnetismo” y valor de una obra artesanal

El ceramista francés Michel Goicoechea, quien participa este fin de semana en la XV Feria Nacional de Alfarería y Cerámica de Navarrete, destaca “el magnetismo” y valor que tiene una obra de cerámica hecha de manera artesanal frente a otra producida en serie, que “no tienen nada que ver”.

“En el primer caso, hay “emoción” en la pieza, mientras que en el segundo se hacen “miles de piezas iguales que encuentras en todos sitios”, ha explicado Goicoechea (Bayona, Francia, 1960) en una entrevista con EFE.

Goicoechea , encargado de la estrategia de creación de modelos en su empresa familiar, destaca el alcance de esta Feria Nacional, organizada por el Ayuntamiento de Navarrete, y que este año tributa un homenaje a la cerámica francesa.

“Hay gente que busca que la pieza le haga feliz porque es una emoción y yo soy un cazador de emoción, por eso hay un futuro para estos oficios”, ha destacado Goicoechea, quien ha participado, dentro de esta Feria, en el foro ‘Tinajas con el método de la cuerda’.

Su taller está formado por unas 40 personas, entre ellas, sus hijos, que trabajan para fabricar cerámica de jardín desde el pueblo de Ossés, localizado en la Baja Navarra, que distribuye sus creaciones por toda Francia, donde “tiene buena fama”, así como desde su propia tienda, que cuenta con otras “piezas especiales de decoración”, ha narrado.

El método de la cuerda, del que ha informado Goicoechea en uno de los talleres de la feria, es una técnica que permite fabricar piezas mucho más fieles al dibujo original del artesano, mientras que cuando se trabaja“ por apretón” cada obra es diferente y “no obtienes de forma exacta el perfil que buscas”, ha precisado.

Obtener este perfil en la pieza final, ha precisado el artista, “no es importante para mucha gente, pero en nuestro taller tenemos fama por el diseño y, para nosotros, el perfil es muy importante, porque gracias a la cuerda tienes un perfil muy elegante y exacto al dibujo que has hecho”.

Saber vender la cerámica

Desde su punto de vista, “no es fácil vivir de la cerámica porque hay que fabricar modelos que gusten; hay que saber venderlos y hay que atraer a la gente”, a lo que se suma la importancia de “estudiar todas las técnicas de fabricación con barro, porque hay muchas”.

“Hay que pasar mucho tiempo, estudiar cómo se comporta el barro, cómo pasa a la cocción… es un trabajo de mucha experiencia”, ha apuntado este artesano, quien ha añadido que, en este oficio, “al principio, hay que invertir un poco, pero, si se aprende la técnica, seguro que hay futuro para ceramistas en talleres pequeños”.

Según Goicoechea, en el mercado actual “hay sitio para la cerámica de calidad, pero no es fácil en esta época dominar una técnica, lanzar una fabricación, encontrar clientes y entrar en una cadena comercial interesante”, aunque “el público seguro que está buscando la fabricación original, elegante y de calidad”.

Al margen del aspecto profesional, ha recomendado a quien quiera trabajar la cerámica como afición buscar asociaciones y escuelas en las que poder estudiar y “practicar de forma regular para, una vez que dominas la técnica, quizás comprar un pequeño horno eléctrico para hacerte un pequeño taller en casa”.

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