La Rioja

Pueblos de verano | La Rioja también tiene playa

El Rasillo, Ortigosa y Nieva abordan una nueva temporada estival

Llegado el verano, los riojanos son ya expertos en disfrutar del paraíso natural que recorre la región de uno a otro extremo. Monte, pozas naturales y hasta playa. O algo similar a ella. Porque al embalse de González Lacasa lo único que le falta es algo de oleaje, y un poco más de agua esta temporada, para parecer una playa. Piragüas, hidropedales, una plataforma flotante con tobogán y trampolín, embarcadero para velas ligeras, zona de acampada,… Además, este año también se ha ampliado la oferta en el entorno con un rocódromo y un circuito de orientación para explotar la oferta turística y deportiva más allá del agua.

Los recursos de este enclave son diversos y el atractivo turístico, abundante. Será por eso que esta zona del Camero Nuevo es una de las más demandadas en la época estival con un turismo atraído por el pantano pero que deriva a su vez en una revitalización de la actividad económica de los municipios aledaños, como son El Rasillo, Ortigosa o Nieva.

Rubén Martínez es el alcalde de El Rasillo y reconoce que el embalse da mucho juego en cuanto a la llegada de visitantes, “aunque este año no esté tan bonito como otros veranos”. Eso sí, aunque en el municipio estén acostumbrados a estos meses de ajetreo, la gestión de los servicios no es tarea sencilla: “Hay que asegurar los servicios básicos a todo aquel que viene, por eso tenemos bastante capacidad para el abastecimiento de agua, por ejemplo. Además, ante la construcción de nuevas viviendas en el pueblo que traerá consigo más vecinos, vamos a hacer una nueva obra para bombear más agua y evitar así problemas en el consumo durante el verano.

Esta localidad pasa de los 80 habitantes en invierno a alojar a más de mil durante estos meses. Martínez reconoce aún así que este verano se está comportando de manera diferente, “extraña”, porque está llegando menos gente y también menos vecinos de segundas residencias.

El municipio de Nieva, por su parte, triplica su población durante los meses de julio y agosto. “Da gusto ver el pueblo tan lleno, con grupos de jóvenes que llegan de campamento o turistas que vienen a bañarse al pantano. Pero para gestionar esta avalancha de gente primero hay que contar con unos servicios que cubran las necesidades de un municipio pequeño que crece tanto durante dos meses”, remarca la alcaldesa de Nieva y Montemediano, Inmaculada Sáenz, que desde finales de junio está recibiendo visitantes en estos municipios.

A pesar de las escasas lluvias que dejan a día de hoy el pantano de esta zona al 52 por ciento de su capacidad, las actividades deportivas siguen adelante y no frenan el afán de riojanos y foráneos por darse un baño en este embalse y, ya de paso, aprovechar para conocer otras de las joyas naturales que se encuentran en el entorno. Los son, por ejemplo las Cuevas de Ortigosa, patrimonio arqueológico que cada año visitan unas 12.000 personas, aunque es en verano cuando más se llenan. Estas y el municipio, que duplica o incluso triplica el número de vecinos.

Su alcalde, Víctor Martínez, declara que se han alcanzado los niveles de turistas previos a la pandemia, lo que obliga a hacer una gestión acorde a las nuevas necesidades del pueblo, como es una mayor contratación de personal de servicios. Por ejemplo, para este verano Ortigosa dispone de tres alguaciles frente a uno que permanece durante el resto del año. Así que con más esfuerzo, pero también con más ganas, avanza un verano diferente pero igual de intenso para estos pueblos que buscan dar lo mejor de sí mismos.

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