La Rioja

El turismo rural avanza en marchas cortas: “Reservas de última hora y en parejas”

El fin del curso escolar ha invadido los pueblos de cientos de niños y jóvenes que tienen por delante al menos un par de meses de vacaciones para pasarlos en el río, jugando en la plaza y, por supuesto, en las fiestas de verano. Lo que no se está llenando de igual forma, sin embargo, son los alojamientos turísticos rurales que todavía no han inaugurado con fuerza la temporada estival.

“Está siendo un verano muy raro y flojo. Es como que no termina de arrancar”, valora José Joaquín Sáenz, presidente de ASCARIOJA, la Asociación de Casas Rurales de La Rioja. Las reservas van llegando en un goteo constante pero escaso y los propietarios de estos enclaves que tanta demanda tuvieron durante la pandemia comienzan a preocuparse.

“Está claro que los hábitos han cambiado y las costumbres de antes han regresado, por lo que ahora la gente opta más por turismo de playa y, en gran medida, por viajes al extranjero. La gente tiene ganas de salir”, asegura.

Unas tendencias que están dejando en los libros de reservas de estas casas rurales llamadas de última hora, “para alojarse de un día para otro prácticamente”, y sobre todo viajes en parejas frente a los viajes familiares que se veían en años anteriores.

Desde La Rioja Baja, en la casa rural La Fuente de Arnedillo, sus propietarios no tienen esa percepción del todo. “Es cierto que el verano ha empezado algo más flojo de lo normal, pero nuestras reservas para estas fechas siguen un ritmo habitual y confiamos en hacer una buena temporada”, valoran.

Hasta este enclave han ido llegando clientes de todo tipo, desde familiares hasta parejas, e incluso un goteo de visitantes internacionales. “Ahora mismo estaremos por encima del 60 por ciento de ocupación para el mes de julio”, apuntan al mismo tiempo que son conscientes que los buenos tiempos tras la pandemia fueron excepcionales. “Pero este verano tampoco estaremos muy lejos de lograr las cifras de entonces”.

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