Para cuando Inma y su hija Judith abrieron las puertas de su explotación avícola en Uruñuela, el agua ya rozaba el medio metro de altura. Avícola La Floreta fue una de las instalaciones damnificadas en este municipio que se ha llevado una las peores partes de la tormenta con más de cien litros de agua caídos, que provocaron el desbordamiento del río Yalde.
“Los daños ahora mismo son incalculables porque hay muchas instalaciones. Está el molino, donde hacemos el pienso, que se ha estropeado, las oficinas con todos los ordenadores y demás equipos, el centro de clasificación,… Todo se ha llenado de agua”, explica Inma, propietaria de la granja.
Por suerte, se han salvado las gallinas y los huevos, que no estaban a la altura del suelo. “En cuanto llegamos a los almacenes, lo primero que hicimos fue colocar sacos y bolsas donde las gallinas para evitar que se mojaran, así como proteger los huevos, pero todavía no hemos podido cogerlos y tenemos que seguir con los repartos…”.
Fueron momentos de mucha tensión y preocupación los que vivió anoche la familia mientras se apresuraba a achicar agua, con la ayuda también de medio centenar de amigos y familiares que se acercaron hasta las instalaciones de la granja. “Estuvimos hasta las cinco de la madrugada sacando agua y, si no hubiera sido por todos los que nos ayudaron, se habrían perdido muchas mas cosas”, concluye la propietaria todavía emocionada por la situación.
