El Rioja

Matías Calleja: “Nuestros proveedores son el patrimonio de Beronia”

Reconocida como la “bodega más sostenible del mundo”, Beronia ha trabajado a lo largo de los años en un modelo de negocio en torno al vino marcado por la eficiencia y el uso de energías renovables desde de los suelos arcillocalcáreos que baña el río Oja. Pero más allá de hacer vino, la firma asentada en Ollauri perteneciente al grupo González Byass busca preservar el paisaje del que se nutren y expresar ese patrimonio vitícola en sus creaciones.

Bodegas Beronia cierra este miércoles el III Ciclo de Catas Underground organizado por NueveCuatroUno y Calado by Criteria de la mano de Argraf, Cartonajes Santorroman, Cork Supply, Ramondin y Tonelería Magreñan como patrocinadores. El director técnico Matías Calleja, encumbrado por Tim Atkin como ‘Leyenda de Rioja’ en su último informe de 2023, será quien presente, por este orden, algunas de las referencias de la bodega: Alegra Rosado 2022, Viñas Viejas 2019, Gran Reserva 2015, III a.C. 2019 y Vareia Beronia 2019.

– ¿Cómo influyen la tipicidad de los suelos en el resultado final?

– Es la clave, sin lugar a dudas, porque su aporte lo es todo. De ellos sacamos unos vinos finos y elegantes que componen una completa clasificación de los diferentes ‘terroir’ con los que contamos porque la base son unos suelos arcillocalcáreos, pero a partir de ahí la orientación y la altitud determinan las diferencias. Ese trabajo de clasificación de las parcelas para cada tipo de vino es el trabajo potente que hacemos antes de tomar las decisiones de prácticas culturales de la mano de nuestros proveedores, que son quienes constituyen el patrimonio de la bodega.

– Uno de los ejes de distinción de Beronia es la alta disponibilidad de viñedos viejos. ¿Cuál de estos cinco vinos cree que representa mejor la veteranía vitícola?

– Claramente, es el III a.C. Un tempranillo cien por cien que proviene de tres viñas a orillas del Ebro, entre Gimileo y Briones, que rozan los 100 años de media y dan rendimientos de 2.500 o 3.000 kilos por hectárea. No todos los años se puede elaborar con estas mismas viñas porque a veces las cepas no dan el potencial esperado en función del tiempo, lo que obliga a echar mano de otras parcelas de más de 90 años en terrenos más arcillosos.

– De la añada 2019 también proviene Viñas Viejas, una edición limitada que encumbra de igual modo los tempranillos más viejos en manos de la bodega.

– Sí, pero aquí las viñas son algo más viejas, rozando los 50 años. En este caso, el vino se cría en barricas mixtas de roble americano y francés donde hacen la maloláctica para terminar luego en un fudre de 3.500 litros. Buscamos que sea algo apetecible pero que exprese muy bien el terruño del que procede con un corte moderno más alejado de los clásicos de Rioja.

 

– Y frente a la frescura del rosado al más estilo provenzal, Beronia irrumpe con la potencia de su Gran Reserva 2015. ¿Por qué estas selecciones?

– Creo que ambos son dos vinos cuyo consumo no está muy extendido en Rioja y ocupan un puesto en la primera línea en cuanto a calidad. El Alegra, con un 70 por ciento de garnacha, refleja volumen y cuerpo con una fermentación lenta para evitar que coja color y mantenga esa finura. Mientras, el gran reserva guarda también esa estructura y cuerpo sacados de las tierras pobres en ladera de las que proceden. El 2015 fue una añada magnífica y que ahora nos está dando muchas alegrías porque está saliendo al mercado con mucha elegancia y sedosidad. Un vino en el que, a pesar de su paso por madera, predomina más la fruta.

 

– Como el lema que acompaña a la bodega, ‘Nacido entre amigos, para ser disfrutado por amigos’, Beronia presenta en sociedad Vareia, su primer vino de Viñedo Singular. ¿De dónde procede esta marca?

– Es el último vino que ha salido a la venta, del total de 17 referencias, y su nombre a la vez es el origen de la bodega. Vareia hace referencia a Varea, uno de las tres zonas junto a Tricio y Leiva entre las que se ubicó el pueblo de los Berones en el siglo III a.C. y que da nombre a la bodega. Este vino va a ser una de las sorpresas de la cata porque apenas lleva unos meses en el mercado. Su singularidad reposa, por supuesto, en el viñedo, procedente de una parcela próxima a las instalaciones de la bodega.

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