La Rioja

Fernando Reinares: “Seré voluntario de Cruz Roja hasta el último día”

Fernando Reinares deja el cargo de presidente de Cruz Roja después de dos décadas destinado en cuerpo y alma a la entidad

Dicen que veinte años no es nada, pero si hablamos de Fernando Reinares, presidente hasta hace unas semanas en Cruz Roja en La Rioja, veinte años son mucho trabajo y mucha recompensa. Llegó al cargo allá por 2003, ha vivido una crisis económica, otra sanitaria, decenas de guerras en países que han hecho llegar a cientos de refugiados a la comunidad… Se va (“no muy lejos”) de la Presidencia, que deja las buenas manos de José Ignacio Rodríguez Maimón, pero asegura que no dejará Cruz Roja nunca porque es su “segunda familia”.

– Veinte años, casi nada.

– Es mucho tiempo, sí, pero que nadie piense que voy a andar muy lejos porque pretendo seguir siendo voluntario de Cruz Roja hasta el último día. Hay proyectos en los que seguir trabajando. Justo este mes hace 20 años que asumí el cargo de la presidencia en La Rioja pero ya llevaba para entonces cuatro años de voluntario y ahí seguiré. El voluntariado de Cruz Roja es algo que engancha.

-¿Cómo ha cambiado Cruz Roja en todo este tiempo?

– Cuando llegué, la parte económica de Cruz Roja era muy deficiente. Se debía mucho dinero a la Seguridad Social, a Hacienda y los que entramos en aquel momento tuvimos la suerte de poder cambiarlo todo en pocos años. Para 2009 Cruz Roja estaba ya saneada. Decidimos que además de como una asociación humanitaria, ésto había que llevarlo como una empresa con gastos justificados, sin gastar más de lo que podíamos… Y todo eso sin dejar de estar siempre al lado del más vulnerable, que siempre ha sido nuestra máxima, para poder solucionar parcialmente todo lo que necesitaba en cualquier momento, y así seguimos seguimos veinte años después.

– El perfil de las personas a las que ayudáis también ha cambiado en estas dos décadas.

– El perfil más habitual cuando llegué era de inmigrantes que llegaban a España por cuestiones políticas por eso una de nuestra primera medidas fue terminar el Centro de Refugiados. Después llegaron el resto de inmigrantes que vinieron a España a buscar un futuro mejor pero con la crisis económica todo cambió y nos encontramos con gente que nunca hubiésemos pensado que iba a necesitar ayuda. Pero Cruz Roja nunca ha mirado la cara del que venía a pedir ayuda. Además hemos colaborado con conflictos bélicos en todo el mundo, hay países que están en continuo conflicto y siempre necesitan ayuda: el Congo, Pakistan, Afganistán… La llegada de ucranianos de la guerra, Cruz Roja fue la encargada de preparar todo el protocolo, pensábamos que llegarían más de los que llegaron pero estaba todo preparado por si eran muchos los que llegaban.

– Además, la pandemia.

– Probablemente ese ha sido el momento más duro porque al principio no sabíamos qué hacer. Salíamos a la calle a llevar casa por casa alimentos, medicamentos… con la circunstancia de que además algunos de nuestros voluntarios son personas que por su edad estaban también en riesgo. Después colaboramos con la vacunación. Esto fue como las plagas de las Sagradas Escrituras.

– ¿Los voluntarios son el mejor tesoro de Cruz Roja?

– Sin lugar a dudas. Hemos tenido que contratar a gente estos años porque ellos no pueden hacerlo todo pero ese es el mejor tesoro que tiene la asociación. Como presidente no puedo estar más orgulloso de todos y cada uno de los que han pasado por Cruz Roja en estos veinte años. También son importantes los socios porque apoyan siempre que les pedimos que echen una mano y los que colaboran económicamente con Cruz Roja a través de diferentes fórmulas. Estos días estamos con el Sorteo del Oro, la gente lo compra para ver si gana algo de dinerito pero también porque sabe que con esos cinco euros nosotros podemos hacer muchas cosas.

– ¿Y ahora qué?

– Pues Ahora a seguir colaborando desde otro sitio. Voy a estar para asesorar y esas cosas. De aquí no me puedo ir porque esto es como mi segunda familia. Yo creo que el gusto por ayudar me debe venir de genética porque mi padre ya era camillero en los años treinta, prácticamente, por desgracia, no lo conocí porque murió muy joven y yo tenía sólo dos años, pero estoy seguro que me viene de ahí.

– La sociedad riojana siempre ha reconocido la labor de Cruz Roja, también las instituciones.

– Yo no se ni los premios y galardones que he recogido estos años. Que ninguno era para Fernando Reinares, todos eran para Cruz Roja. La medalla de Oro de Cruz Roja nacional, la medalla de La Rioja… Nos hemos sentido siempre muy queridos por los riojanos y por las instituciones.

– ¿Qué consejo le ha dado al nuevo presidente?

– José Ignacio no necesita consejos. Ha estado años a cargo del SOS Rioja y sabe muy bien cómo funciona Cruz Roja. Estoy seguro de que lo va a hacer mucho mejor que yo. Le he dicho que se lleve bien con todo el mundo sean del color político que sean, que se lleve bien con la asociación en Madrid y que cuide a los voluntarios.

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