Después de un par de días bajo la influencia de una masa de aire muy caliente, seca y de origen africano que había dejado máximas de récord en todo el país y también en La Rioja, las previsiones esperaban un puente de mayo donde el descenso de las temperaturas iba a ser más que notable, y así ha sido.
En lo que no han atinado los pronósticos ha sido en la llegada de agua (que buena falta hacía para el campo) y las tormentas. Se preveía su aparición en la comunidad, pero más allá de algún que otro litro por metro cuadrado en las estaciones agroclimáticas de La Rioja Alta, poco o nada de la ansiada llegada de lluvias. Al parecer las tormentas que han registrado otras comunidades han esquivado La Rioja, porque han sido en pocos sitios en los que ha habido que abrir el paraguas.
Así, el premio gordo en forma de agua (aunque bastante poca) ha sido para Pazuengos. 2,8 litros por metro cuadrado el domingo y 0,3 litros por metros cuadrado el sábado. También han visto aparecer, especialmente en la jornada del domingo, la lluvia en Arenzana de Abajo (0,6 litros), Casalarreina (1,2 litros), Santo Domingo de La Calzada (1,6 litros) y Villar de Torre (1,4 litros). Sin duda alguna, cantidades insuficientes para la necesidad que tiene el campo desde hace semanas.
Y si en La Rioja Alta al menos han visto aparecer la lluvia, en La Rioja Media y La Rioja Baja ni gota. Ninguna de las estaciones agroclimáticas del Gobierno de La Rioja han registrado precipitaciones a lo largo del puente. Paraguas, de momento, guardado otra vez y sin utilizar.
En lo que se refiere a las estaciones de la Egencia Estatal de Meteorología (AEMET) sin rastro tampoco de agua en grandes cantidades. La estación de Nájera registró 0,4 mm y la de Valvanera 1 mm. Habrá que seguir esperando y mirando al cielo para que comience a llover en una de las primaveras más secas y cálidas de la historia.
