La Rioja

Uruñuela reúne a más de sesenta miembros de la familia Sáenz de Santamaría

David Hernando.- La familia de origen riojano Sáenz de Santamaría, formada por unas 300 personas, reunirá a más de 60 este domingo, 29 de abril, en un encuentro en la ermita de Uruñuela en honor a todos sus antecesores, “cuyos primeros ancestros conocidos datan de 1550”, ha indicado a EFE uno de sus miembros, José Antonio Sáenz de Santamaría.

Ha explicado que los miembros de esta familia se suelen reunir cada año para que “los hijos y los nietos se conozcan y establezcan una relación entre todos ellos porque la familia es lo más importante que hay en este mundo”.

El objetivo, ha indicado, es expandir esta reunión para que todas las personas de La Rioja que tengan este apellido contacten con ellos, ya que “se sabe que hay parientes en la zona de Cameros, Cenicero y Baños de Río Tobía”.

Sáenz de Santamaría ha añadido que algunos de sus antepasados vivieron en varios pueblos de La Rioja, como Uruñuela, Nájera, Huércanos y Tricio; aunque también han residido en otras zonas de España, como Álava y Asturias.

El punto de reunión elegido este año es característico de esta familia, ya que “la ermita de Uruñuela se construyó gracias a que mi abuelo cuarto, Vicente Sáenz de Santamaría, cedió los terrenos para ello”, ha asegurado.

Recopilar datos

También ha resaltado que algunos miembros de su familia han ostentado cargos destacados en la sociedad, como su padre, José Antonio Sáenz de Santamaría, quien fue director general de la Guardia civil; su bisabuelo Sebastián Sáenz de Santamaría, presidente del Consejo Nacional de Minería en 1928; y su tío abuelo Manuel Sáenz de Santamaría, director general de Minas en los años 30 del siglo pasado.

A ellos ha sumado a Óscar Sáenz de Santamaría y Ramón Sáenz de Santamaría, quienes fueron alcaldes de Tricio y Uruñuela, respectivamente; e, incluso, entre sus familiares figuran algunos obispos y una abadesa.

Por otra parte, se ha referido al esfuerzo que supone recopilar todos los datos de sus familiares, un trabajo que heredó de su abuelo, quien falleció cuando él tenía 20 años. Ha explicado que reunir los datos que llegan hasta 1870 es “muy fácil” porque ese año entró en vigor la primera Ley del Registro Civil.

Sin embargo, si alguien quiere encontrar datos de fechas anteriores, debe recurrir a las partidas de matrimonio, bautismo y defunción que hay en las iglesias, “con las que uno puede llegar hasta el siglo XVI si hay suerte”, ha indicado.

Otra forma de conocer otros parientes, ha dicho, es acudir, por ejemplo, al Solar de Tejada, situado en Laguna de Cameros; y al Solar de Valdiosera, ubicado en San Román de Cameros, que son dos instituciones jurídico-nobiliarias.

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