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Transportes Royo, a la vanguardia de una logística sostenible

Royo Operador Logístico materializó en el verano de 2022 una de sus mayores apuestas en el sector con la inclusión del transporte ferroviario a sus rutas. El Centro Intermodal de La Rioja, asentado en Agoncillo, es ahora un punto de conexión directo con el puerto de Barcelona para facilitar y agilizar el transporte de mercancías. Un proyecto que, en palabras del director general, Abel Royo, es una clara apuesta por la “sostenibilidad, el crecimiento y el compromiso con la sociedad”.

La empresa ya operaba en el transporte ferroviario desde 2009 a través de la estación de Arrúbal, pero la compra de la tabacalera Altadis en 2021 supuso el punto de inflexión para implantar este gran proyecto que se une así a la actividad de todo un grupo enfocado a hacer de esta región una más competitiva tanto en los mercados nacionales como internacionales. Desde 1950, cuando la empresa puso sus primeros cimientos en Mendavia, la flota de camiones ha crecido hasta rondar los cincuenta vehículos y abarcar ambiciosos frentes como este Centro Intermodal que ya ha culminado el 60 por ciento de la obra inicial prevista con 215.000 metros cuadrados de terreno y 80.000 de naves.

Abel Royo, junto al diseño completo del Centro Intermodal

“La primera vía ya está en funcionamiento y ahora estamos con la obra de la segunda gracias al acuerdo con el Gobierno de La Rioja y que estará terminada, aproximadamente, para mediados de mayo. Esto nos va a permitir trabajar mucho mejor porque vamos a tener el doble de capacidad. Más adelante seguiremos ampliando el número de naves, pero lo imprescindible ya lo tenemos”, destaca Royo. Hasta ahora trabajan con dos trenes semanales de entre cuarenta y cincuenta contenedores de importación cada tren y que llegan desde Barcelona para nutrir a clientes de esta zona principalmente de conservas, aunque también trabajan con productos siderúrgicos, de aluminio, automoción, para envasado, … Por contra, lo que cargan los trenes en Agoncillo también se centra en el sector agroalimentario, como vinagres, encurtidos, champiñón e incluso algo de vino.

“Todos esos contenedores que llegan en los trenes luego hay que llevarlos a su destino, lo que implica mayor volumen de transporte, pero este a su vez es de distancias más cortas. Es más, por cada contenedor que viaja en tren desde Barcelona hasta La Rioja hemos quitado un camión, aunque luego hayamos tenido que poner otro para viajar de Agoncillo a Autol, por ejemplo”, explica el gerente. Un cambio de reglas que implica para la empresa un mayor movimiento de personal para la gestión, así como un crecimiento en la facturación (en torno al cinco por ciento más).

Royo asegura que ha sido el puerto de Barcelona quien en un principio mostró mayor interés hacia este proyecto del Centro Intermodal y apostaron por ello. “Y lo hicieron con toda la Terminal Best al completo, la mayor de todo el puerto donde operan todas las grandes navieras que nos dan acceso a todo el mundo”. Pero ahora la línea ferroviaria de Transportes Royo amplía fronteras y próximamente llegará también hasta el puerto de Bilbao, aunque esta vez con una única naviera.

Está previsto que entre un puerto y otro se repartan al cincuenta por ciento del volumen de carga, porque la línea de Bilbao no va a ser competencia con la de Barcelona: mientras Bilbao abarcará únicamente Reino Unido y Países Nórdicos, Barcelona trabaja en el resto del mundo excepto Europa. “Al final hemos conseguido crear una ventaja económica importante pero también de servicio porque estamos dando otra opción y ya no dependes del camión que tienen que venir de Barcelona, si no que puedes mandar tu mercancía a Estados Unidos vía el puerto de Barcelona y desde aquí, sin contaminar”.

Los objetivos previstos para este proyecto, recalca Royo, “se han cumplido todos y demasiado rápido porque ahora se está trabajando ya con los objetivos de 2026”. Ahora están en trámites de creación del Depósito Aduanero que permitirá almacenar mercancía de importación bajo régimen aduanero sin pagar los impuestos que implican hasta que no se venda dicha carga. “El lema de esta empresa es no decir nunca a nada que no”.

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