Este Jueves Santo, Arnedo olerá y sabrá a ajo. Lo hará gracias a la asociación Casco Antiguo de la ciudad, que desde hace veinte años ha convertido una de las tradiciones más arraigadas en el municipio en una fiesta de Interés Turístico Regional que mueve a muchos turistas a compartir con los arnedanos una jornada única. Javier García, su alcalde, hace gala de ello.
– ¿El Día del Ajo Asado en uno de los más especiales de Arnedo?
– Por supuesto. Hemos conseguido hacer de una costumbre familiar, que cada uno hacía es sus huertos o en sus casas, un recurso turístico que atrae a cientos de turistas a Arnedo. Recordábamos hace unos días como todo empezó hace veinte años asando 500 ajos a ver qué tal iba la cosa y cómo el ‘chupinajo’, que llaman los jóvenes, se ha convertido en uno de los días más importantes del año en Arnedo. Este año es un año especial por que se cumplen veinte años desde esa primera edición y por haber recibido la distinción de Fiesta de Interés Turístico Regional. 8200 ajos están esperando a todos los que vengan a Arnedo este año.
– No se trata sólo de una degustación, va mucho más allá de un simple reparto de ajos y huevos…
– Efectivamente. Es un día en el que la gente empieza a salir por la calle desde muy pronto y que después de juntarse todo el mundo en el centro del municipio a disfrutar del reparto de los ajos a cargo de la asociación del Casco Antiguo, la gente aprovecha para hacer ‘vermú torero’ y trasladar la fiesta a la hostelería arnedana en una ruta en la que este año participan 33 establecimientos con diferentes pinchos en los que el ajo es el protagonista. La gente disfruta de la ciudad durante todo el día y además este año lo hemos ampliado con la celebración del festival Arena Fest que continuará al sábado.
– De algo tan sencillo como comerse unos ajos se ha conseguido una fiesta de Interés Turístico Regional.
– Es importante que en este tipo de acontecimientos tan especiales para los municipios no te tengas que inventar nada, porque así sale sólo de una manera natural. Lo de asar ajos, cebollas y huevos se ha hecho toda la vida en Arnedo y es un orgullo que se haya convertido en una fiesta tan importante para el municipio. Lo único que ha cambiado es que hace dos décadas se decidió sacar esa tradición tan arraigada a la calle.
– Turismo en Arnedo. Quién lo iba a decir hace unos años.
– Es verdad que Arnedo siempre ha basado su economía en la industria y que además estamos ubicados en una situación geográfica complicada para que llegasen los turistas, pero sabíamos que se podía conseguir y desde hace unos años hay eventos para que así sea con otros días importantes como el ‘Pendoneo’. Además tenemos una oferta cultural, social y deportiva importante que se suma a la llegada de turistas a comprar nuestros zapatos. La verdad es que Arnedo está en un momento turístico muy importante especialmente desde que se abrieron las Cuevas de los Cien Pilares que el año pasado acogieron a 15.000 turistas.
– ¿Qué turistas llegan en fechas como el Día del Ajo Asado a Arnedo?
– Especialmente personas de la región y de comunidades limítrofes:vascos, navarros y aragoneses, pero también empiezan a llegar de Barcelona y Madrid.
– Es todo un arte esto de asar los ajos.
– Hay auténticos profesionales. Hay que tener muy en cuenta el tiempo y la intensidad del fuego para que los ajos no se quemen. Con los huevos asados, que también se dan, es increíble ver cómo algunos saben a la perfección cuando están poco hechos o muy hechos según el gusto del consumidor. Luego a la hora de comerlos hay gustos para todo. Se pueden comer con sal o untados con un poco de aceite, que si es de la cooperativa Cinco Valles de Arnedo mejor que mejor.
– Un trabajo importante de todos esos voluntarios que están cada Jueves Santo asando miles de ajos en las calles arnedanas…
– Es un trabajazo enorme, no sólo de ese día. Hay que tener en cuenta que en los últimos días se han recopilado más de 600 gavillas de sarmientos para poder llevar a cabo el acto y que hay que coger todos los ajos que se van a repartir de las huertas del Cidacos, porque todos los ajos que se reparten ese día son de las huertas arnedanas.
