La Rioja

Dos riojanas en el cabreo francés: “Es difícil ver huelgas así en España”

Huelgas y manifestaciones. París, convertido en un auténtico basurero. Protestas, cortes de luz… la vecina Francia vive días conflictivos a raíz de la aprobación del incremento de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Laura Segura lleva dos décadas viviendo en Francia. Es profesora en Narbona, una localidad a orillas del Mediterráneo cercana a la frontera de Perpiñán. Hasta allí no han llegado los disturbios de París, pero día sí y día también hay huelgas. “Hoy han sido los de la empresas de la electricidad y durante todo el día han cortado la luz en diferentes zonas de la ciudad. En el colegio nos ha tocado desde las once de la mañana y ha sido un caos: el comedor, los ordenadores…”.

Estos días, explica, las refinerías también han decidido parar. “Estamos en toda la ciudad sin gasolina en estos momentos. Menos mal que nosotros llenamos el depósito hace unos días porque las gasolineras han cerrado ya a media tarde porque no hay una gota de gasolina”, apunta a última hora del martes, destacando que los franceses tienen muy claro que desde la calle puede presionarse a los gobiernos. “La gente está muy cabreada con Macron. Muchos comentan que lo votaron por evitar que llegase Le Pen y algunos se lo están replanteando”.

“La gente está cansada de unos y de otros, de un gobierno que pasa de todo y de unos manifestantes que se dedican a destrozarlo todo”, añade. Casi en la otra punta del país, desde el hotel de París en el que trabaja, Cristina Marzo relata que los problemas todavía no han llegado a su zona. “Por aquí ha llegado la huelga de recogida de basuras, pero el centro está hecho un auténtico basurero. Da igual las zonas turísticas que el resto”.

También hay problemas con los transportes. “El metro funciona de aquella manera. En mi caso no me afecta porque utilizo una de las líneas automáticas, pero muchos de mis compañeros están teniendo problemas para venir al trabajo cada mañana. Incluso en el hotel se han habilitado algunas habitaciones por si quieren dormir aquí”. A ella le afectó este mismo fin de semana. “Cogimos un tren y nos dejó en mitad de la nada porque no cubría el trayecto completo por la huelga. Tuvimos que estar dos horas perdidas en una pequeña estación hasta que llegó otro tren porque nadie nos daba otra solución”.

Siendo española esto le choca. “Los franceses son muy conscientes de que los políticos son sus representantes y de que ellos tienen mucho que decir sobre sus políticas, aunque sea desde la calle. Así tienen los derechos que tienen. En España nos resignamos más, es difícil ver huelgas así en nuestro país”.

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