Del campo a la ciudad. Si este jueves eran quinientos tractores los que clamaban por las calles de Logroño para exigir a los gobiernos rentabilidad para el campo y precios dignos, estos días las peticiones se han trasladado al comercio logroñés, más concretamente a la carnicería Rossana.
La parada en el escaparate ha sido obligatoria para los viandantes que han visto cómo varios carteles anunciaban, además de un superofertón de alitas, que el negocio también apoya a la gente del campo.
“Somos una familia de campo que ha dedicado toda su vida a esta profesión y ha estado al pie del cañón. No es una labor como puede ser otro trabajo en el que trabajas ocho horas y te vas a casa. Aquí se necesita dedicación completa diariamente”, explica Pilar Nalda desde la carnicería.
Una de las responsables del negocio añade que “todos nos tenemos que concienciar de que si el campo no produce, la ciudad no come. Nuestros animales no se crían en jaulas, sino en plena naturaleza, expuesta a granizadas, ataques de otros animales… Y ante estos problemas se están tomando pocas medidas. La gente del campo necesita más ayudas”.
Resuelta la duda de dos de los carteles, solo falta hablar de las alitas. “Hemos hecho esta oferta para ayudar a que el mercado se mueva, facilitando la compra a muchas familias que económicamente no lo están pasando bien. Es preferible tener menos margen de ganancia pero saber que estás haciendo una labor para que la gente pueda comer”.
Pilar apoya la tractorada celebrada este jueves y destaca que “era el día de salir y decirle a la gente lo que nosotros pensamos, mostrando nuestra esencia y trabajo. Aunque, desgraciadamente, con un día de manifestación no se acaban los problemas”.
