La Rioja

Navarrete deja huella en el mundo con una alpargata de diseño

Isabel Valiente es diseñadora y fabrica, además, joyas, bolsos y moda textil

El nombre de Isabel Valiente retumba en la localidad de Navarrete desde una de las vías principales del municipio. Ella, sin verlo venir, se ha abierto un amplio hueco en los escaparates donde reposan sus diseños. Sin verlo venir, también pasó de fabricar joyas para ella y sus amigas a ser proveedora de El Corte Inglés. “Todo fue muy rápido y apenas tuve tiempo de procesarlo. Un día hacía joyas por entretenimiento, mientras vivía en Sevilla, y al poco tiempo mis diseños se habían colado en las grandes joyerías del país. Pero a sobrellevar todo este proceso me ayudaron mucho la gente de mi alrededor porque este era un sector que yo desconocía totalmente”, reconoce la navarretana.

La crisis del 2008 le obligó a repensar su modelo de negocio y se reinventó con otros complementos, pero ya desde su tierra natal riojana. Y así, de las joyas pasó a los bolsos y más tarde, a lo textil para finalmente acabar en el complemento que viste y determina todo conjunto. Un recorrido al revés, del tejado a los cimientos, porque lo que ahora Isabel quiere mostrar es su nueva apuesta por un calzado de calidad y a la riojana. Y quiere hacerlo con las alpargatas para que estas se conviertan en el producto estrella de la firma de moda con una proyección mundial desde Navarrete.

“Son unas alpargatas sin hormas, con un diseño tremendo y muy diferente a lo que hay ahora en el mercado. Algo muy curioso que no se había visto antes, tal como nos dicen los compañeros que trabajan en el sector”, relata ilusionada. La idea es que se conviertan en un calzado de “diseño arriesgado, una alpargata más vestida, lo que no ha llevado hasta ahora el hombre”, aunque también existen los diseños para mujer. “Con esta creación queremos volver al origen de nuestros antepasados porque la alpargata se conoce aquí en La Rioja, sobre todo en La Rioja Baja, pero queremos llevarla fuera y de una forma diferente, adaptada a las diferentes culturas del mundo”, añade.

De materiales muy nobles y con una suela fabricada de yute, Isabel ha apostado siempre por los trabajo hechos con madera y tejidos naturales, como es el caso de sus bolsos, elaborados con conchas de mar. Los viajes a lo largo y ancho de la península le han permitido acercar su producto a diferentes públicos, “y no ha sido nada fácil”, pero ahora quiere ir más allá y cruzar fronteras.

La diseñadora llevaba meses trabajando en el lanzamiento de este proyecto de alpargatas, aunque desde hace un par de años viene fabricando las alpargatas a juego con bolsos y vestidos pero sin ser estas un producto que se comercializase como tal. Sin embargo, ha habido un cambio de planes. “La vida me acaba de parar, pero solo de momento”, incide Isabel al hablar sobre el cáncer que le han detectado recientemente. “El proyecto de las alpargatas continúa y lo presentaremos, pero lo que ya no sé es la fecha exacta. Ahora toca ir poco a poco y si no es este año, será al siguiente”, sentencia.

“Con el tiempo he aprendido que todos tenemos un don, algunos lo desarrollan y otros no. Yo no he estudiado nada de eso, ni diseño ni confección ni nada, así que se podría decir que soy autodidacta. Lo que tengo es mucha fuerza de voluntad y si quiero algo voy a por ello aunque cueste”, remarca la diseñadora, que recuerda cuando se lanzó a la fabricación de bolsos cuando ni siquiera sabía manejar la aguja y el hilo. “Intenté contratar a gente, pero me costó mucho porque es un oficio casi en desuso, así que tuve que optar por apuntarme a un curso de costura. Una vez aprendí a defenderme en la costura, me marché a practicar directamente en mi taller, que desde hace diez años está asentado en Navarrete al igual que su tienda física, abierta al público desde antes de la pandemia. Con el tiempo me he ido perfeccionando y aprendiendo. Solo hay que querer”, lanza como reflexión.

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