Sucesos

Tres vándalos destrozan el San Valentín del Centro de Día Gonzalo de Berceo

Llega San Valentín y en el Centro de Día Gonzalo de Berceo llevan varios días preparando una fecha muy especial para ellos. Una guirnalda de globos rojos y rosas en la que todos los usuarios participaron decorando la puerta de su centro era la mejor manera de decirle al mundo que Cupido no deja de visitarte nunca, independientemente de la edad.

Una decoración que se colocó este fin de semana pero duró menos de un día porque tres ‘graciosos’ decidieron terminar en cuestión de segundos con un trabajo hecho con el cariño más absoluto de nuestros mayores durante toda una semana. En la madrugada del sábado les pareció buena idea descolgar parte de los globos y pinchar con un cigarro los restantes. La desilusión de los usuarios al ver su trabajo hecho trizas fue demoledora.

“Una situación que nos ha servido para reflexionar y, ahora más que nunca, reivindicar el derecho de los mayores a celebrar San Valentín y a celebrar el amor en todas sus formas. Porque el amor fraternal, entre la familia, amigos y los propios compañeros del centro también se celebra”, explica Elena García, directora del Gonzalo de Berceo. Por supuesto, una nueva guirnalda lidera la fachada del edificio.

Elena destaca que los mayores también son personas con necesidades afectivas, de cariño, amor, sexualidad… “Muchos de ellos siguen enamoradísimos y la llegada de este 14 de febrero sirve para rememorar viejos tiempos que para ellos fueron pura magia”. Porque, no nos engañemos, el amor de antes o, por lo menos la ‘conquista’, nada tiene que ver con lo que vivimos ahora.

“Es maravilloso oírles hablar de cuando se hacían los encontradizos entre las columnas de Portales, o cuando esperaban a que sus amores volvieran de la guerra, porque podían pasar años enamorados sin decirle nada a la otra persona”. Ese romanticismo, esa flor, ese beso en la mejilla…

Amores que no volverán, pero podrán volver a nacer, porque “los mayores también se enamoran y tienen todo el derecho a volver a sentir ese cariño, ese amor y esa intimidad y, por supuesto, tienen derecho a experimentar la sexualidad. Siguen siendo capaces de amar y tener relaciones muy bonitas que les hace volver a disfrutar de la vida y eso no debería ni juzgarse ni discriminarse”. Se trata de respetar el amor en todas las etapas de la vida.

Y esto lo tienen muy claro los trabajadores del Centro de Día Gonzalo de Berceo que durante estos días han estado trabajando con los usuarios varias manualidades para que sorprendieran a sus parejas o familiares en casa. “Llevan preparando toda la semana postales con frases escritas por ellos mismos como por ejemplo ‘El amor es elegir a alguien y volver a elegirlo todos los días'”.

Una actividad que se une a otras como esa en la que los besos ‘vuelan y se regalan’. “Hemos puesto un tablero enorme en el pasillo en forma de corazón y en una cesta tenemos labios de muchos colores. Cada usuario va cogiendo uno y escribiendo el nombre de la persona a la que quiere o querría darle un beso (marido o mujer, nietos, hijos, hermanos, amigos del centro…). Labios que con un velcro los pegan en el corazón mientras les hacemos una foto para mandársela a la familia”.

El ‘San Valentín andante’ no puede faltar. Todo gira en torno a un colgante de corazón. Una trabajadora del centro empieza dándoselo a un usuario que tendrá que pasárselo a otra persona, compañero o profesional, acompañado de un gesto de afecto como puede ser un abrazo o un beso. “A su vez la persona que reciba este corazón, deberá tener también un gesto amable con otra persona, cediéndole el colgante y así sucesivamente hasta que llenemos el centro de amor y cariño”.

Y para cerrar una buena fiesta, un pastel para chuparse los dedos. “Hemos preparado un ágape especial y les daremos un postre que les va a encantar. La idea es que vean que es un día diferente y hay que celebrar el amor por encima de todas las cosas”.

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