La fiesta del cine español, con la entrega de los premios Goya este sábado, va a tener un buen pedacito del talento riojano entre los nominados. Si la calagurritana Sarai Rodríguez opta a la categoría de mejor maquillaje por ‘La Piedad’, en la de mejor Diseño de Vestuario también hay toque riojano con la presencia en el equipo de Suevia Sampelayo y de la rinconera Tamara Matute, también nominadas por su trabajo en la misma película.
Tamara Matute se está haciendo un hueco en el mundo de la moda en Madrid. Allí fue a estudiar Estilismo hace unos años y hasta ahora ha combinado el trabajo de diseños para publicidad con un buen número de proyectos ilusionantes. Trabajos importantes como uno de los últimos: jefa de vestuario de la gala de Navidad de Antena 3 y alguno que permite que sus diseños “puedan verse en alguna de las pelis que vemos en Netflix”.
Y así, combinando cine y publicidad, va aprendiendo de los que llevan más tiempo y disfrutando de un trabajo duro pero enriquecedor. Un fiel ejemplo de lo que ha sido el trabajo por el que su equipo está nominada. “Trabajar en ‘La Piedad’ ha sido durísimo porque los rodajes han sido muy intensos. Han sido muchas horas, pero también una auténtica gozada porque la creatividad no tenía límites”.
Aún con la paleta de colores de Eduardo Casanova en la cabeza (“recuerdo que llegaba a casa y lo veía todo rosa”), echa la vista atrás hacia aquellos días y le sale una sonrisa. “Es verdad que es un director que tiene las cosas muy claras, pero que a la vez te da mucha libertad a la hora de trabajar”.
“Trabajar en el cine es una maravilla porque tienes más tiempo para desarrollar el personaje”, explica esta joven, encargada de vestir para la cinta a Ángela Molina. “Nuestro trabajo consiste en hacer creíble el personaje y facilitar que el actor se meta en el papel”.
Así recuerda cómo Ángela Molina reflexionaba en los descansos: “Voy a comer esto, pero Lila (su personaje) comería esto”. Incluso se ponía un perfume especial para rodar las escenas. No fue fácil. En algunas escenas la actriz vestía con una capa de siete metros. “Había que estar en todo momento pendiente de ayudarla a moverse y de que la capa no se enganchase entre los cables del set de rodaje”.
Para ella, como para Sarai Rodríguez, fue toda una alegría encontrarse con una riojana en la grabación de la película. “Llevábamos dos meses trabajando juntas cuando comenté que me iba a Logroño a ver a la familia. Entonces me dijo que ella era de Calahorra y yo le dije que era de Rincón de Soto. Fue muy gracioso”, recuerda, asegurando que no es fácil encontrarse a riojanos detrás de las cámaras.
Aunque su equipo y ella ya han asumido la nominación, esta les pilló por sorpresa. “Es verdad que veníamos de recibir algunos premios en festivales, pero nadie esperaba estar nominado en los Goya porque el presupuesto que teníamos era muy ajustado”.
¿Y cómo se afronta esta situación? “La verdad es que estamos un poco nerviosos con lo del sábado”. De hecho, no saben aún cómo lo celebrarán si llega el premio, aunque una cosa sí tienen clara: “Seguro que hay un buen vino de Rioja”.
Mientras tanto, mira hacia el futuro. “Hemos trabajado en una campaña con el Real Madrid y están saliendo cositas de publicidad, que también me gusta mucho porque es muy rápida y llamativa”. Aún así, abre las posibilidades laborales al cine. “Me encantaría hacer alguna peli de ficción”. Por ganas no va a ser, así que sólo falta esperar a que llegue la oportunidad.
