La Rioja

La Rioja se mantiene libre de la viruela ovina que amenaza Castilla-La Mancha

El sector ganadero no levanta cabeza. Tras una desmesurada subida de costes palpable desde hace ya más de un año, ahora los pastores atienden con preocupación al brote de viruela que se extiende por los rebaños de Castilla-La Mancha. La enfermedad ha obligado a sacrificar ya cerca de 40.000 animales en esta comunidad y la Junta ha obligado a inmovilizar unas 6.000 explotaciones de ganado ovino y caprino de Albacete, Cuenca, Toledo y Ciudad Real que afectan a 3,5 millones de cabezas (Guadalajara se queda fuera de la medida por tener una cabaña minoritaria).

El brote se inició el pasado otoño con una treintena de focos, de los cuales 12 se originaron en la provincia de Cuenca. Afortunadamente, esta enfermedad, muy contagiosa y con una alta mortalidad entre ovejas y cabras (no afecta a otro tipo de animales) y que se erradicó en España a mediados del siglo pasado, no influye negativamente en la leche o queso que se produce ni se transmite a las personas. Sí afecta, en cambio a las exportaciones de cordero y queso tan comunes en Castilla-La Mancha.

El panorama en La Rioja, sin embargo, es bastante diferente. Las organizaciones agrarias aseguran que “no hay constancia de ningún contagio” en la región, así que la situación es de “tranquilidad” sin previsión de que el brote pueda extenderse aquí. Eso sí, “los ganaderos riojanos deben tener cuidado con los transportes que puedan proceder de Castilla-la Mancha, asegurándose de que están bien desinfectados a la salida de estas explotaciones y controlándolos también a su llegada aquí”, remarca Néstor Alcolea desde UPA La Rioja.

Vanesa ejerce como veterinaria para la organización UAGR-COAG y considera que se han tomado medidas extremas de control y limitación al máximo de los movimientos “porque se trata de una enfermedad que hay que erradicarla por el impacto económico que supone para las explotaciones ganaderas”, de ahí que se haya ampliado el radio de vigilancia para las zonas en cuarentena a 20 kilómetros mientras que solía ser de tres kilómetros para fijar la zona de protección y otros diez de zona de vigilancia.

El brote, asegura la veterinaria, “es probable que haya llegado en los transportes de animales procedentes del norte de África, donde es más común esta enfermedad de la viruela ovina”, por lo que insiste en extremar las medidas de bioseguridad y vigilancia pasiva también en La Rioja, “aunque aquí no haya contagios ni situación de alarma”, por si se percibiera algo y poder actuar así rápidamente.

“Mantenemos la vigilancia”

La consejera de Ganadería de La Rioja, Eva Hita, ha afirmado este jueves que, “afortunadamente, no se ha detectado foco alguno de la viruela ovina en la cabaña ganadera riojana” y la Consejería mantiene la vigilancia y sigue los protocolos del Ministerio de Agricultura a estos efectos.

“Gracias a la vigilancia reforzada que mantienen las comunidades autónomas cuando ocurre algo así y, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, -ha añadido Higa- se ha podido aislar el foco” detectado en una explotación de ovino en Alcázar de San Juan (Ciudad Real)”.

Hasta la actualidad, se han confirmado 26 focos de esta enfermedad: 2 en de la provincia de Granada, uno en la de Almería, 12 en Cuenca y el de Ciudad Real, ha detallado en una rueda informativa. Ha recalcado también que la viruela ovina se transmite por contacto directo entre los animales enfermos y en aquellos susceptibles de enfermar y, de forma indirecta, mediante vehículo de transporte.

También ha subrayado que esta enfermedad afecta, exclusivamente, a especies ovinas y caprinas y, en ningún caso puede transmitirse al ser humano. Por ello, ha transmitido un mensaje de tranquilidad a la población riojana porque es una enfermedad que no se transmite al ser humano ni por contacto directo con los animales ni por los productos alimentarios derivados de los mismos.

Ha insistido en que su departamento sigue trabajando, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, estableciendo todos los protocolos de inspección y vigilancia y, hasta el momento, en La Rioja no hay que lamentar incidencia alguna en este sentido.

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