Todo está en el aire en lo que concierne a la legislación para los perros de actividad como son los que participan en la actividad cinegética, los perros pastores, los de rescate o los destinados a deportes. ¿Dentro o fuera de la Ley de Bienestar Animal que todavía no se ha aprobado? Aunque la normativa presentada por el Ministerio de de Derechos Sociales y Agenda 2030 se aprobó en diciembre de 2022, todavía no ha entrado en vigor por la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos a la hora de abordar la situación de los perros de caza.
Una enmienda presentada por los socialistas, y apoyada por PP, Vox, PNV y Coalición Canaria, excluye a estos animales, rehalas y animales auxiliares de caza de la nueva ley remarcando que estas especies se regirán por la normativa vigente europea, estatal y autonómica correspondientes “que les sea de aplicación al margen de esta ley”. Una enmienda que no quiere pasar por alto Podemos, así que hay nuevo choque en la coalición del Gobierno que ha provocado un bloqueo parlamentario y que se espera se resuelva este jueves, cuando el proyecto de ley llega al Congreso de los Diputados para debatir su aprobación definitiva.
Entre las novedades que incluye la ley de protección, derechos y bienestar animal se encuentra la formación obligatoria para las personas que convivan con mascotas, la prohibición de sacrificios salvo por motivos sanitarios y eutanásicos, la obligación de identificar a todos los animales de compañía, la exclusividad de cría para los criadores registrados, la prohibición de los circos con animales salvajes y la comercialización de perros, gatos y hurones en las tiendas de mascotas, así como su exhibición y exposición al público con fines comerciales. Medidas enfocadas a conseguir el sacrificio cero, el registro de animales de compañía y la reconversión de los zoológicos.
El asunto se complica aún más en La Rioja, ya que esta es la única comunidad autónoma donde los perros de actividad se legislan como los animales de compañía, ya que se consideran animales de compañía a gatos, perros y hurones. “Todos tienen el mismo trato legal y eso no se explica. Ahora cuando adquieres un perro de caza lo tienes que esterilizar obligatoriamente, algo que no ocurre en el resto de comunidades, donde la actividad de la caza se contempla aparte de la ley de bienestar animal”, explica el presidente de la Federación Riojana de Caza, Eduardo Cornejo, quien confía en que se apruebe finalmente la nueva ley.
Mientras, cientos de personas han salido a las calles el pasado mes de enero en diferentes ciudades españolas para reclamar, de la mano de las asociaciones animalistas, que los perros de caza estén dentro del texto final de la ley de protección animal. “Estamos a tiempo de que se quite esa enmienda o que se retire la Ley y ya habrá tiempo de hacer una mejor. Ahora no se trata de hablar de la caza, sino de esos perros. A los cazadores ni siquiera les parecen bien los mínimos que establece esta Ley, que es que los animales coman, beban, vayan al veterinario y salgan”, clamaba Carmen Faulín, la presidenta de la Asociación Protectora de Animales (APA) de La Rioja, durante la manifestación en Logroño del pasado 8 de enero.
Unas concentraciones que desde la Federación consideran que se están aprovechando para atacar lo que es la caza en sí: “Ya se ha visto de qué van este tipo de manifestaciones, testimoniales para mí, porque ya no es por los perros en sí, si no por la caza. Han utilizado un texto legal para dificultar o incluso prohibir lo que es la caza empleando carteles como ‘No a la caza’ y aludiendo a que los perros empleados en esta actividad son los más maltratados o los que más se abandonan, algo que el Seprona ya ha desmontado porque es en verano, con el periodo de vacaciones, cuando más casos se dan y no después de la temporada de caza. En Logroño también se han visto pancartas de ‘No a la caza con galgos’, y esto está prohibido en la Rioja”.
Cornejo insiste en que “nada de esto tiene sentido cuando no guarda relación con una Ley de Bienestar Animal creada para los animales de compañía que fija, por ejemplo, que se ha de sacar de paseo al animal dos veces al día”. Algo, remarca, que “no implica que los perros de los cazadores no tengan que tener regulada su tenencia, cuidado y bienestar, pero no desde el punto de vista del mascotismo”.
Bien lo sabe Javier, cazador de Alberite con una docena de perros de caza mayor a su cargo. “Mi forma de trabajo y de vida está enfocada al bienestar de mis perros y me da pena que la gente diga que los maltratamos porque el desembolso económico que tenemos que hacer para cumplir con toda la normativa y burocracia que se exige es enorme. Al final solo buscan confundir a la gente”, opina.
En cuanto a posible exclusión de los perros de caza de la nueva Ley de Bienestar Animal, asegura que “no sirve de nada” que saquen a los perros de caza de esta ley: “El problema no está ahí, si no en la reforma del Código Penal que va a acabar con la actividad cinegética porque nos va a convertir en delincuentes”. Una situación compleja, lamenta, que “está provocando que mucha gente se quede por el camino porque sitúan a los cazadores en el punto de mira”.
