La Rioja

Lettering o el arte de crear divirtiéndose

Para algunos eran una pesadilla, para otros un pasatiempo. ¿Quién no recuerda los famosos cuadernillos Rubio? Aquellos en los que se trabajaba el típico tembleque de las primeras letras y números. Pero la vida pasa y los tiempos cambian, y ahora escribir a mano ha pasado de ser una actividad cotidiana a una rareza. Pero todo vuelve, y el lettering es un ejemplo de ello.

En realidad, existe desde que el hombre comenzó a escribir, y si miramos a nuestro alrededor, estamos rodeados de esta práctica: los rótulos que dan nombre a un bar o tienda, los menús del día de cualquier pizarra expuesta en la calle o la propia escritura que elegimos en Instagram al añadir un texto. El tema es que ahora, el lettering se ha convertido en una disciplina que se enseña, aprende y disfruta. Ya sabes, modas.

Los profesionales que se dedican a ello lo definen como ‘el arte de dibujar letras’, y precisamente en el verbo dibujar radica la diferencia con la caligrafía, “que es el arte de escribir letras”, explica Gemma Muñoz, fundadora del Club del Lettering.

Pero, ¿por qué algo tan de toda la vida se ha convertido en una de las actividades más populares del momento? Débora Sánchez, propietaria del espacio Arte a la CARTA destaca el resurgimiento del interés en las habilidades manuales y los trabajos creados a mano en un mundo cada vez más digital. Además, “el lettering es una expresión artística accesible que permite a las personas crear diseños únicos y personalizados”. Gemma añade que no tiene unas reglas tan cerradas como la caligrafía “y permite desarrollar tu lado más creativo”.

Y si a todo lo anterior le añadimos una mayor demanda de diseño personalizado en las industrias de la moda, la decoración, la papelería y los negocios en general, ya tenemos una mezcla explosiva para que el lettering se haya convertido en una herramienta muy valiosa para crear diseños exclusivos tanto a escala comercial como personal.

Débora señala que existen varios tipos de lettering, aunque los más conocidos y utilizados son el Brush lettering, Brush lettering y Digital lettering. El primero se caracteriza por hacerse con pinceles y tener un estilo más artístico; el segundo se diseña a mano con un estilo mucho más personalizado; y en el último ya entra en juego un programa de diseño gráfico con un estilo más limpio y preciso.

La responsable del Club del Lettering creó este espacio hace cinco años para adultos, pero reconoce que el confinamiento fue un punto de inflexión en esta práctica sobre todo para los niños. “Ahora los peques están mucho con dispositivos digitales, tanto en el cole como en casa, y esto de volver a conectar con lo manual como hacíamos nosotros cuando éramos pequeños les llama mucho la atención. ¡Han vuelto los lápices, las pinturas, los rotuladores y las acuarelas!”.

Con esta práctica, Gemma explica que los más peques han descubierto una manera de conectar con su creatividad a través de las letras, que al final es lo primero que aprenden en el colegio. “Les resulta fácil y es algo que controlan, así que sienten que pueden expresarse libremente de forma creativa y eso les da mucha confianza”.

Por su parte, Débora agrega que mejora las habilidades de escritura. “Practicar lettering ayuda a desarrollar habilidades de escritura y caligrafía, lo que puede mejorar la legibilidad y la presentación de los texto”. Además, destaca que es una forma de expresión artística que permite a las personas expresar sus ideas y sentimientos de manera creativa; ayuda a relajarse y a reducir el estrés y la ansiedad y mejora la concentración y la capacidad de enfocarse en una tarea. “Es totalmente terapéutico. Conectas contigo mismo, te relajas y a la vez te diviertes”, describe Muñoz.

Precisamente por estos beneficios, la práctica del lettering no es solo cosa de niños. De hecho, cuando Gemma comenzó con su Club y llevaba a cabo talleres de diez personas, “ocho eran mujeres, un hombre y un niño”. Actualmente, tanto la edad como el sexo se ha diversificado llegando a demandarse cursos específicamente para niños.

En Arte a la CARTA comenzaron con el lettering hace aproximadamente hace dos años, con talleres dirigidos para adultos y niños. “Trabajamos en el desarrollo de las habilidades de nuestros ‘estudiantes’ en el campo del diseño de letras a través de una variedad de técnicas y estilos. Les enseñamos a utilizar diferentes herramientas como rotulador punta pincel, acuarelas, etc, así como también a trabajar con diferentes soportes como papel, madera o tela”.

Para introducirse en el mundo de este arte no hace falta ser muy ducho con el dibujo. “Una de las mejores cosas que tiene el lettering es que no es una disciplina exacta, es libre. No tiene que estar todo perfecto. Tú puedes tener tu propio estilo y hacer propios tus dibujos. Aunque no sepas dibujar, las letras las conoces, así que la base está. A partir de ahí le añades tu manera creativa de hacer las cosas. Esta es la clave: puede hacerlo todo el mundo”, anima Gemma.

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