Empezó en agosto y ha terminado con el último día del año. Que el reparto de pan siguiese llegando a los municipios más pequeños de La Rioja fue el objetivo de un convenio a través de un proyecto piloto entre el Gobierno regional, los ayuntamientos y los panaderos con el fin de que las personas que viven en los municipios donde no hay tienda física tuviesen, si no a diario, sí buena parte de los días su barra de pan en casa. En principio el proyecto piloto y el convenio afectaba a tres municipios: Brieva de Cameros, Viniegra de Arriba y Ventrosa.
Pero ese convenio, que finalizaba el 31 de diciembre de 2022, no se ha renovado de momento por lo que los vecinos están de nuevo sin servicio ( a pesar de que estos días el panadero lo está haciendo por su propia voluntad).
“Nos hemos enterado por la persona que regenta el bar y por el panedero”, explica Lucía Rueda de la Asociación Brita de Brieva de Cameros, a la que ya han llamado varios vecinos para advertirle de la situación. “Reivindicamos desde la asociación formada por los vecinos e hijos del pueblo, que se haga saber que fue un mero acto de publicidad para los políticos, ya que les interesaba salir en los medios de comunicación apoyando a la España vaciada. Mientras que en cuanto les conviene dejan de lado a las familias que viven allí”, asegura.
Este próximo martes, 17 de enero, hay convocada una reunión entre el gobierno regional, los profesionales de las panaderías y los ayuntamientos para, con partida de los presupuestos de 2023, intentar renovar el convenio y además mejorarlo.
“El problema es que ha habido muchas veces que el panadero ha subido a esos pueblos y no cogía nadie el pan”, explica Eduardo Villar con la pretensión de mejorar esa situación y que el convenio sea mejorable para todas las partes. “Lo que no podemos es hacer 70 kilómetros para que haya en algunos municipios que no se adquieran las barras”.
Hasta ahora, el pan llegaba a los vecinos de Brieva de Cameros, Viniegra de Arriba y Ventrosa gracias a que el gobierno regional pagaba el gasóleo, los panaderos desplazaban al profesional más cercano y un alguacil se encargaba del reparto entre los vecinos, un servicio este último que costeaban los ayuntamientos y con el objetivo de ‘amortiguar’ los gastos entre todos reproduciendo así modelos que ya se llevan a cabo en otras provincias como Soria o incluso Navarra.
Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población han explicado a NueveCuatroUno que el apoyo presupuestario va a continuar en 2023 y que en la reunión de la próxima semana se va a continuar trabajando en soluciones permanentes, como la habilitación de pequeños obradores locales.
