El Rioja

Dominio de Berzal, entre la tipicidad y la tradición de un pueblo

Al otro lado de la muga con Álava y bañadas por el río Ebro, las cepas de la familia Berzal. José Luis sujetó con esfuerzo esas raíces que venían creciendo desde hacía décadas en Baños de Ebro y, seguido, sus tres hijos José Luis, Juan Mari e Íñigo, dieron forma a lo que en 1999 desencadenó una bodega familiar basada en la autenticidad y la tradición.

Con estos valores aterriza Dominio de Berzal en la segunda jornada del II Ciclo de Catas Underground, organizado por NueveCuatroUno y Calado by Criteria. Será Íñigo Berzal quien dirija la cata donde presentará Dominio de Berzal Blanco 2021, Dominio de Berzal Recient 2022, Dominio de Berzal Selección Privada 2020 y Dominio de Berzal 7 Varietales 2018.

– ¿Qué quiere mostrar la bodega con esta selección de vinos?

– Se ha querido abarcar la diversidad de la bodega, que cuenta con nueve vinos, mostrando el terruño del propio municipio, pero también del resto de parajes por los que se reparten los viñedos: San Vicente de la Sonsierra, Elciego, Lapuebla de Labarca y Laguardia.

– ¿Cuál refleja mejor el terruño característico de Baños de Ebro?

– Sin duda creo que es Selección Privada. Se trata de un vino que procede de dos viñas viejas del municipio con más de 70 años de edad y que traen unos bajos rendimientos, pro lo que la viticultura que ahí se practica es cuidada. Este es un vino que expresa a la perfección la mineralidad de la zona y define la tipicidad de Baños.

– La novedad llega con Recient 2022, un maceración carbónica exclusivo de estas navidades.

– Este es una edición limitada de 1.300 botellas, de las que ya solo quedan unas pocas y que se vende solo ‘online’. Lo hemos sacado solo este año como homenaje a la tradición que existe de descorchar por estas fechas el primer vino del año. Lo curioso de este joven es que nace de una viña centenaria también ubicada en Baños de Ebro, La Salmuera, donde convive el tempranillo con un 10 por ciento de cepas de viura, todas vendimiadas a mano.

– Os atrevéis con el blanco por tres vías. ¿Es una apuesta importante para la bodega?

– Lo es al igual que los tintos, pero sí recuerdo que mientras estudiaba la viura era una variedad un poco denostada y que solo se podía usar mezclada con el tinto. Pero el desarrollo de la vitivinicultura también ha llegado a estas uvas y se ha demostrado que la viura puede competir con el resto de variedades sin problema representando lo que es Rioja también. Fue en 2007 cuando empezamos a elaborar el primer blanco, que tuvo gran éxito, y hasta ahora.

– ¿Qué tiene de especial este blanco?

– Es el blanco de mayor volumen (30.000 botellas) y seguramente el más representativo porque incluye uvas de diferentes términos, mientras que los otros dos monovarietales de viura y garnacha son parcelarios de Baños. Aquí seleccionamos las cepas blancas de las cabezadas de las viñas donde se mezclan uvas de viura y malvasía, aunque predomina la primera mayormente. Son todo viñedos de entre 20 y 40 años y de ellos logramos sacar un blanco no demasiado alcohólico, con buena acidez y fresco que representa una buena opción de iniciación para quienes no son grandes consumidores de vino.

– Maturana, graciano, garnacha, merlot, cabernet sauvignon, syrah y prieto picudo. Este 7 Varietales será una de las estrellas de la cata. ¿Por qué decidisteis hacer este vino?

– Todo llegó a raíz de algunas catas que había hecho de variedades diferentes en otras bodegas, viendo la complejidad aromática que desprendían y su evolución constante. Yo quería crear algo así, un vino que fuera cambiando a medida que se fuera oxigenando y salirnos así de la tipicidad de la zona que tanto se refleja, por ejemplo, en el Selección Privada. Así que plantamos una parcela experimental en la bodega con todas esas variedades, pero es la maturana que procede de una viña aparte la que constituye el esqueleto del vino con ese 40 por ciento de presencia. Lo venimos elaborando desde 2008, pero en todos estos años hemos ido perfeccionando la técnica porque lo que queríamos es lograr que el resto de variedades aporten al vino los matices que le pueden faltar a la maturana.

– ¿Qué es lo que más puede sorprender de esta elaboración?

– El paso clave y el más difícil es la elección de la fecha de vendimia. Ahí está el secreto. Cuando vemos que la maturana está madura, comprobamos que el resto de variedades de la finca experimental están también en ese mismo estado de maduración. Análisis y más análisis, eso es lo complicado. Luego fermentan todas juntas en el depósito para que el ensamblaje sea lo más homogéneo posible.

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