La Policía Nacional ha identificado a una mujer (43 años) nacida en España, con último domicilio conocido en Zaragoza, como presunta autora del delito de estafa especializado en el denominado “hurto o cambio mágico”. La autora habría realizado hechos similares en Santander, Zaragoza, Valencia, Alicante, Jerez de la Frontera, Málaga, Benahavis, Marbella, Granada, Zubia, Motril, San Pedro de Pinatar, Orihuela, Torrevieja, Benijofar, Riojales y Santa Pola.
El pasado mes de septiembre, denunciaron en Logroño que cuando la mujer se dirigió al trabajador de un establecimiento comercial con 500 euros en un montón de billetes de 5 euros, solicitándole que se los cambiara por billetes de mayor valor. Cuando la mujer abandonó el comercio, el empleado se percató de que se había llevado 250 euros de los pequeños billetes.
Hurto mágico
El hurto o cambio mágico en ocasiones también se produce con la siguiente modalidad en que el autor realiza una compra en un establecimiento de un producto de bajo precio, como mucho 2 o 3 euros, y entrega para el pago un billete de 100 o 200 euros.
Cuando el vendedor entrega el cambio, el autor lo guarda procurando esconder parte del dinero para después mostrar su disconformidad con el producto adquirido y solicitar que se le devuelva el billete que entregó. En ese momento empiezan los problemas, tratará de ocultar parte del dinero, solicitará de nuevo el cambio en billetes más pequeños y siempre generará desconcierto y dudas en quienes los atienden sobre la cantidad entregada y el cambio recibido.
Finalmente se apropian de alguna cantidad que oscila entre los 100 a 300 euros dependiendo del importe inicial entregado y se marchará del establecimiento dejando al empleado con dudas sobre lo sucedido. En algunos casos hasta el control diario y final de la caja, la víctima no se percata del engaño sufrido.
Son autores itinerantes, que viajan por distintas ciudades de la geografía española nacional perpetrando delitos de la misma naturaleza, cometiendo este tipo de estafas cuyo montante en cada una de ellas no es muy elevado, característica que unida al hecho de que carecen de dominio fijo dificultan en gran medida su identificación y localización, consiguiendo cierta impunidad.
Aunque los importes estafados en cada hecho, no son muy elevados (300-500 euros), hay que tener en cuenta en esta modalidad delictiva la permanente reiteración de su comisión, lo cual reporta elevados beneficios a sus autores, y en el caso de ser identificados por uno de los hechos cometidos, les asegura en la mayoría de los casos condenas livianas, lo que les permite seguir reincidiendo en los delitos cometidos.
