La Rioja

Personas normales haciendo cosas de héroes

No se lo esperaba. Camilo Rivera pensaba que este tipo de reconocimientos sólo pasaba en las películas, por eso se emocionó tanto cuando la Delegada de Gobierno le llamó para informarle de que había recibido la Medalla al Mérito de la Protección Civil de 2021. Su memoria entonces regresa a ese mayo de 2021.

El azar hizo que estuviera echando esa tarde una mano a sus padres en la tienda que regentan en la calle Padre Lucas de Calahorra. Recuerda cómo su padre entró en el establecimiento advirtiendo que una señora mayor estaba al borde de la barandilla en un segundo piso. No se lo pensó. Puso la mente en blanco y cogió la escalera que recordaba que tenía dentro de la tienda. De ahí al primer piso y de este al segundo buscando la mejor forma de hacerlo sin asustar a la mujer. “Metí a la señora en casa, cerré la ventana y estuve con ella hasta que llegaron los servicios de emergencia”, recuerda. Cuando bajó de la casa, los vecinos que habían visto su hazaña no dejaban de aplaudir.

Los medios se hicieron eco de la noticia y sus amigos desde entonces siempre bromean con lo de ‘Spiderman’. La realidad es que Camilo no es un superhéroe, sólo un joven psicólogo de profesión y aficionado a las artes marciales que maridó a la perfección una cosa y la otra para actuar en segundos y salvar la vida de la mujer.

Hoy en su mente estaba su abuelo. “Le hubiera encantado estar aquí”, dice la madre de Camilo mirando con orgullo a su hijo. La primera foto después del acto ha sido con su abuela y en su recuerdo. Eso sí, Camilo no ha perdido la oportunidad para dedicar sus palabras ante los políticos y reclamarles que destinen más medios para la Salud Mental. “Es un problema muy serio que tenemos que intentar solucionar”, ha dicho.

David Redondo Ibáñez ha estado destinado durante doce años como policía nacional en Logroño. Hace unos meses consiguió el destino que llevaba tiempo solicitando en Santander, pero su paso por La Rioja le dejó el grato recuerdo de haber podido salvar la vida de un pequeño de 24 meses.

Era una noche de julio de 2021 cuando, y mientras patrullaba con su compañero, pararon a un vehículo que circulaba a toda velocidad por las calles de Logroño. Del coche se bajó una mujer con un bebé en brazos. Ella gritaba que el bebé no podía respirar. Al comprobar que no mantenía las constantes vitales, David comenzó de inmediato a practicarle la maniobras de reanimación cardiopulmonar.

Un alivió recorrió todo el cuerpo de David cuando el pequeño abrió los ojos. “Es un buen recuerdo porque salió bien, pero pasé un mal rato”, ha recordado. Su primera foto ha sido junto a su mujer y su hija, pero la segunda junto a su compañero Juan Antonio Diez. Cualquiera podía haber salvado al pequeño. “Tiempo después recibí una carta de la madre agradeciéndonos lo que habíamos hecho”. Quizás ese sea el mejor galardón, pero también ha recogido la Medalla al Mérito de la Protección Civil.

Dos ciudadanos y una forma de encarar la vida poniendo sus conocimientos y sus recursos para estar ahí y saber reaccionar cuando más falta hacen. No son héroes, pero se parecen mucho a ellos.

Subir