Javier decidió independizarse de casa de sus padres cuando salieron las primeras ayudas al alquiler para jóvenes. “Fue una motivación para tomar la decisión”, cuenta uno de los casi 1.700 jóvenes riojanos que han solicitado durante estos meses la subvención. “Estaba ahorrando para meterme en un piso, pero cuando vi que existían estas ayudas decidí buscar algo en Calahorra para irme a vivir solo”. No fue tarea fácil por la falta de pisos en alquiler, pero lo consiguió.
El pasado 22 de julio, La Rioja abrió el plazo de solicitud del Bono Joven: una ayuda estatal al alquiler de 250 euros al mes para facilitar la emancipación juvenil. En total, esta subvención cuenta con una dotación en la comunidad de 6,8 millones de euros prevista para unas 1.100 personas de la región.
Sin embargo, ya han sido 1.691 los jóvenes los que han solicitado la prestación y, a pesar de que ya se ha superado la cifra inicial prevista, el Gobierno de La Rioja ha decidido mantener abierta la convocatoria hasta el 31 de agosto de 2023.
La ayuda abarca el alquiler desde enero de 2022. Es decir, el bono puede haber sido solicitado a lo largo del año, aunque se podrá pedir la cuantía mensual con carácter retroactivo desde principios de año.
En La Rioja podrán ser beneficiarios de las ayudas las personas físicas mayores de edad y hasta los 36 años, que además cumplan el resto de requisitos establecidos. Se concederá a los beneficiarios una ayuda de hasta el 50 por ciento de la renta mensual que deban satisfacer por el alquiler de su vivienda habitual y permanente, con un máximo de 2.850 euros anuales por vivienda.
En La Rioja, además de la documentación necesaria para el resto del país, se pide a los solicitantes una nota simple del registro de la propiedad. “Tuvimos que pagar algo así como once euros. El documento certifica que no tienes ninguna vivienda a tu nombre. Esto no supone un coste importante si al final te otorgan la ayuda”, comenta Javier.
La nota de localización es un documento expedido por el Registro de la Propiedad que informa de si una persona física o jurídica tiene propiedades registradas en España. A Marta, otra joven solicitante, este trámite le pilló por sorpresa. “Había presentado toda la documentación y, cuando faltaba un día para cerrar mi expediente, me avisaron desde la Consejería que faltaba ese papel. Menos mal que me lo hicieron en el momento”.
