Agricultura

La merma de cosecha de la oliva augura mayores precios para el aceite

El recorte en la cosecha de aceite de oliva de esta campaña anuncia un escenario de precios altos para el consumidor y de dudas sobre la rentabilidad del sector. Los precios partían ya de unos niveles altos después de su recuperación hace un par de campañas, pero al aumento de los costes de producción se han unido la sequía, el calor y la escasez de lluvias, factores que explican la previsión de una campaña corta y escasa.

En concreto, La Rioja estima una reducción de entre un 40 y 50 por ciento menos en el cómputo global respecto al año anterior, aunque desde la Denominación de Origen Protegido Aceite de La Rioja aseguran que la disminución no será tan drástica por el número de fincas de regadío que están bajo el amparo de este sello.

Aún así, la sequía que ha propiciado esta merma de producción también ha favorecido la buena calidad del fruto. La presidenta de la DOP, Clara Espinosa, celebra la ausencia de plagas y enfermedades que dejan en el árbol una oliva muy sana, que prevé recogerse para mediados de octubre.

Se estima que el aumento de los precios en origen del aceite de oliva se encuetran entre un 3 y un 8 por ciento en una semana, dependiendo del tipo de aceite. El sistema de información Poolred situaba la última cotización del aceite de oliva en 4,10 euros por litro (+3,67 por ciento semanal), la del virgen en 4,12 euros (+6,06 por ciento) y la del lampante en 4,03 euros (+4,98 por ciento).

Mientras, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido evitar la especulación en los precios y, aunque da por hecho que serán altos, ha llamado a la responsabilidad del sector para dar estabilidad frente a los posibles vaivenes.

El Gobierno mantiene que la producción de la campaña que empieza estos días en el sur del país estará en torno a las 800.000 toneladas, a lo que se añaden otras 580.000 toneladas que había en “stock” en septiembre. La pasada campaña se comercializaron 1,6 millones de toneladas, por lo que la cuestión radica en cómo mantener ese nivel con una cosecha previsiblemente mucho menor.

A la espera de lluvia

El director de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández, reconoce que los momentos de calor han afectado de forma importante a la aceituna, pero todavía están pendientes de las precipitaciones que puedan caer.

El director gerente de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico, cree que, en caso de una disponibilidad inferior a lo que se está vendiendo de media, “tendrán que bajar la comercialización y el consumo”.

Pico estima en unas 20.000 toneladas el volumen de importaciones de aceite de oliva, que serán incapaces de compensar totalmente la falta de producción en España porque el resto de países tampoco va a tener grandes cosechas, salvo Turquía, con un poco más. Es posible que la industria no pueda trabajar a pleno rendimiento y que caigan las exportaciones españolas, con las consecuencias económicas que eso conlleva, según Pico, que recuerda que una campaña se realiza por los principios básicos de la oferta y la demanda.

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