La pasividad de Génova afila los cuchillos en el PP de La Rioja. La tranquilidad pública de sus dirigentes encierra un nerviosismo interno que se acrecienta con el paso de las semanas y la falta de noticias desde Madrid. Salvo los balones que Cuca Gamarra despeja sobre su candidatura como ya quisieran los centrales de la UD Logroñés (ascenso asegurado), el congreso de los populares riojanos se encuentra realmente en el mismo punto que en primavera sin vistas a su celebración. Por ello, alrededor de medio centenar de alcaldes y portavoces municipales de la formación que todavía preside José Ignacio Ceniceros han entregado un manifiesto en la sede nacional del PP y una carta dirigida a su paisana y secretaria general.
Según ha detallado el periodista Pío García en larioja.com, un centenar de afiliados (2.235 votaron en 2017) han firmado el citado comunicado remitido a Génova, donde se pide la convocatoria del congreso regional y una mayor empatía a Gamarra. «Como riojana, miembro del PP de La Rioja y exalcaldesa de Logroño será sensible a la opinión de la mayoría de los alcaldes/esas y portavoces municipales de nuestra región sobre el futuro de nuestro partido». Este martes comparecerán en La Casa de los Periodistas para dar más explicaciones.
¿A qué se debe este movimiento de medio centenar de dirigentes municipales (cabe recordar que el PP cuenta actualmente con 109 alcaldes y 511 concejales en la región)? Según han explicado, para avanzar hacia la tan cacareada unidad y hacia una celebración más pronta del cónclave. Este sigue con sus dos candidatos anunciados oficialmente (Alberto Bretón y Alfonso Domínguez) y su medio candidato (Carlos Cuevas) a la espera de poder confirmarse como «la tercera vía».
El PP de La Rioja lleva ya unas semanas instalado en un estado latente de nervios. Basta con ver el álbum de fotos cosechado por Bretón y Domínguez durante el verano, realizando sus particulares campañas de pueblo en pueblo y de fiesta en fiesta. Juntos, pero en ningún momento revueltos. Distantes y vigilantes continuos de sus movimientos, no parece posible una «unidad» que salvaría los muebles de Génova para no armar lío en casa de la secretaria general. Sin embargo, en eldiario.es se ha dado a conocer este mismo lunes una información, cuanto menos, inquietante.
Tras seguir viva políticamente después de apoyar a tres líderes del PP diferentes (Sáenz de Santamaría, Casado y Feijóo), mantiene su puesto como portavoz en el Congreso y como número dos del partido a nivel nacional. «De confianza para Feijóo solo son los gallegos. Quien manda ahí es Miguel Tellado [Miguel, un fontanero gris que llegó a secretario general en Galicia y se ocupó durante los últimos años del orden interno, los alcaldes y las descalificaciones a la oposición] y lo de Cuca es un apaño», señala al citado diario una persona que conoce de primera mano cómo funcionan las cosas en Génova. De hecho, le ponen fecha de caducidad al «apaño». Y sí, son las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo en La Rioja.
La propia Gamarra ha indicado este fin de semana a EFE que la dirección nacional, junto a las direcciones provinciales y autonómicas, trabajarían en conseguir cabezas de cartel y la celebración de los congresos regionales, «como han hecho en los últimos meses». Y sobre ella misma, los citados balones fuera. No responde sobre si será la candidata y se limita a pedir «unidad interna» y «generosidad por parte de todos».
Descartada por el momento la operación de «un quinto elemento» para lograr postular al exconsejero Gonzalo Capellán, los tiempos van dando alas a las especulaciones en el pequeño Logroño del poder y estas a los nervios. De ahí a cometer los errores del 2017, cuando el partido se desangró por las luchas internas y los cuchillos que volaban de lado a lado, sólo hay un paso en falso que puede dar cualquier aspirante a un puesto en mayo de 2023.
Otros días de nervios
Además del tirón de orejas que esta semana han dado el medio centenar de alcaldes y concejales a Génova, el PP de La Rioja ya ha vivido estos meses otras jornadas de nervios. En marzo, una docena de militantes agrupados bajo el nombre ‘Un afiliado, un voto’ reclamó que el congreso se realizara bajo un modelo asambleario y no de compromisarios, como había avanzado días antes el presidente Ceniceros. La iniciativa no terminó de prosperar y el silencio en torno al cónclave ha hecho descender sus ánimos. Si no se sabe la fecha de la cita, mucho menos va a saber el modelo de la misma. Cuando sepamos el día de la verbena, seguramente ya conozcamos a los integrantes de la orquesta.
En febrero de este mismo año ya se abrió una posible «tercera vía» como alternativa a Bretón y Domínguez. El encuentro comenzó con una intervención de Carlos Cuevas y reunió a cerca de un centenar de afiliados, aunque nada en claro salió de esa quedada en un céntrico hotel de la capital riojana. Unas semanas más tarde, con la llegada del mes de mayo, el restaurante Delicatto fue el escenario de un encuentro con casi cuatrocientos asistentes que fueron convocados «vía Whatsapp» para «impulsar la unidad del PP». En el escenario del Delicatto acompañaban a Cuevas tres diputados (Jesús Ángel Garrido, Noemí Manzanos y Catalina Bastida), la senadora Ana Lourdes González y el congresista Javier Merino, otrora mano derecha de Gamarra.
El propio Cuevas reconocía en diferentes medios que al final de la ‘quedada popular’ hubo «voces» y «personas» que tomaron la palabra para invitarle a encabezar una candidatura, pero por el momento no ha dado el paso definitivo ante la citada pasividad de Génova. De hecho, unos días más tarde de estos movimientos viajó a La Rioja la citada mano derecha de Feijóo. Tellado mantuvo encuentros con Bretón, Domínguez y Cuevas, pero poco o nada se ha sabido de los mismos. Impera la ley del silencio en las filas populares mientras los cuchillos siguen afilándose semana tras semana.
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