El Sereno

Multas por jugar al fútbol en las calles de Pedroso

Tras unos días de asueto parcial, pues no ha hecho sino fiscalizar el correcto funcionamiento de los servicios públicos en su habitual destino vacacional, el Sereno ha regresado a casa y, nada más abrir el buzón, se ha topado con un escrito anónimo.

En él, un firmante que se identifica como “el sicario de las nueces” comparte su indignación por un reciente bando municipal, en el que se advierte de que jugar al fútbol en la plaza está castigado con una multa de 50 euros. “¿Cómo puede ser que una entidad pública pueda sancionar a unos jóvenes por hacer deporte, por hacer lo mismo que hicieron sus padres a su edad, incluso lo mismo que en su día hizo quien dicta esa norma?”, se pregunta.

Este es el contenido íntegro de su indignada misiva:

“Por fin este año hemos conseguido llegar a las fechas más esperadas del año. Sí, el verano ha vuelto y por suerte hemos recuperado la tan ansiada normalidad.

En estas fechas la vida se vuelve del revés, las ciudades se empiezan a vaciar, las calles se vuelven más tranquilas, menos tráfico en sus calles y escasos peatones por sus aceras, pero esa España vaciada recupera la alegría. Esas calles que en el invierno parecen fantasma, escasas son las personas que deambulan por ellas. Pero con la llegada del verano todo cambia y todas esas personas que han abandonado las ciudades ahora dan alegría y color a ese lugar donde tantos buenos ratos hemos pasado en nuestra juventud, bañandonos en el río o en las pozas que algún pueblo tiene.

Los abuelos dejan de estar solos y ahora disfrutan de la compañía de sus nietos, les vuelve la sonrisa cuando ven a los zagales coger el bocadillo de chocolate o nocilla, con el que cogen fuerzas para hacerse un chamizo con palets que han recopilado por el pueblo, para ir al río a coger ranas o cazar lagartijas, para coquetear con alguien, para jugar a fútbol en la plaza usando camisetas o gorras o simplemente una piedra con la cual se marca las porterías; cosas comunes desde tiempos inmemorables en la gran mayoría de los pueblos de nuestra geografía, menos en una pequeña localidad del alto Najerilla llamada Pedroso.

Este bonito pueblo despertó el pasado lunes con un bando dictado por el Ayuntamiento, en el cual se podía leer: ‘Se recuerda a todos los vecinos que está prohibido jugar al fútbol en la Plaza de Martín Navarro, sopena de multa de 50 euros’.

¿Cómo puede ser que una entidad pública pueda sancionar a unos jóvenes por hacer deporte, por hacer lo mismo que hicieron sus padres a su edad, incluso lo mismo que en su día hizo quien dicta esa norma? ¿Cómo se puede prohibir jugar a esos niños que llevan dos años de su corta vida sin disfrutar del verano, esos que fueron un ejemplo a seguir durante el confinamiento? Ahora que recuperan sus vacaciones les premian multándoles por jugar.

P.D. Permítanme que firme este artículo con un seudónimo, tengo miedo de que me prohíban dar a mis nietos su bocadillo de nocilla como represalia.

Firmado:

El sicario de las nueces”.

*Puedes enviar cualquier ‘denuncia’ o curiosidad para la sección ‘El Sereno de NueveCuatroUno’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.

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