‘Operación Golden’ finalizada con éxito. La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 47 años sin antecedentes policiales como presunta autora de un delito continuado de robo de joyas a personas mayores. Los hechos ocurrieron en dos residencias de ancianos en La Rioja durante cinco años.
Esta mujer, trabajadora de los centros, aprovechó su posición de confianza como empleada para apoderarse de las joyas que poseían los mayores poco antes de que alguno de ellos muriera. Ni sus víctimas, la mayoría con más de 90 años, ni sus familiares eran conscientes del robo.
La investigación ha determinado que la detenida sustrajo numerosas joyas y efectos personales durante cinco años para posteriormente venderlos en diferentes establecimientos de compraventa de oro. Por el momento, hay cinco víctimas localizadas.
El daño moral en este tipo de delitos se acrecienta al tratarse de personas mayores, en muchos casos dependientes. Una vez llegan a ser conscientes de la situación, se sienten engañados por aquellas personas en las que habían depositado su confianza. Por tanto, ha explicado la Policía Nacional, su conducta es más reprochable al confiar los familiares su cuidado y ser responsables de las personas de edad muy avanzada.
En la mayoría de las ocasiones, las víctimas no denunciaban la sustracción de sus efectos o joyas. Al ser personas de avanzada edad, tenían mermadas sus facultades. Por este motivo, las gestiones practicadas tuvieron mayor dificultad y sólo se ha podido localizar a personas que estaban durante los últimos años en la residencia donde estaba trabajando la autora detenida y hubieran echado en falta la sustracción de efectos de valor y de joyas.
Los investigadores no han podido determinar el valor total de lo robado, aunque apuntan a un beneficio para la arrestada superior a los 5.000 euros. Se trata de joyas familiares heredadas o adquiridas hace muchos años con gran valor económico y sentimental. De hecho, su venta resulta una cuantía muy inferior al valor real puesto que únicamente se tiene en cuenta su peso como metales preciosos. Este varía según la cotización en el mercado, obviando el diseño, confección y antigüedad de la piezas.
Dado el tiempo transcurrido en los hechos, únicamente se han podido recuperar las últimas piezas vendidas. Esto produce en las víctimas un mayor perjuicio, al tratarse de recuerdos y regalos que han tenido a lo largo de la vida y que ya no podrán recuperar.
Pese al arresto, los investigadores continúan con la operación. “Es muy difícil encontrar más víctimas porque los familiares con los que los investigadores se han puesto en contacto desconocían las joyas que poseían muchas de los personas mayores”.
