La Rioja

San Millán como capital de la Nueva Economía de la Lengua

Foto: EFE/Emilio Naranjo

La lengua española representa el 8 por ciento del PIB frente al 15 o el 16 por ciento de otras lenguas en sus respectivas economías, un peso que el recién creado Observatorio Global del Español pretende aumentar con iniciativas como la de fortalecer la industria de la certificación del conocimiento del español.

Así lo ha explicado durante una entrevista con Efe la comisionada para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua, Cristina Gallach, el día en el que el Consejo de Ministros ha aprobado la creación del Observatorio Global del Español, dependiente del Instituto Cervantes, y que con un presupuesto de 4 millones de euros tendrá su sede en San Millán de la Cogolla.

Entre las actividades estarán analizar, “en los próximos meses”, la situación del español y de las lenguas cooficiales en el mundo, en particular en la nueva economía digital; así como fomentará el conocimiento y prestigio de la lengua y las culturas hispánicas.

Según Gallach, el primero de los estudios que acometerá este observatorio será “analizar el impacto económico” que puede tener la certificación del conocimiento de la lengua española, y que tenga mayor reconocimiento.

“¿De qué forma podemos reforzar la industria de la certificación del español?”, ha planteado Gallach al tiempo que ha explicado que el DELE (Diploma Español como Lengua Española que expide el Instituto Cervantes) no está “globalmente exigido” como sí ocurre con otros documentos oficiales de otros idiomas como el inglés o francés.

Este Observatorio se enmarca dentro del PERTE Nueva Economía de la Lengua, que cuenta con un presupuesto de 1.100 millones de euros y tendrá una duración de tres años para impulsar toda la cadena de valor de la economía del conocimiento y de la inteligencia artificial.

“La lengua es un combustible como lo fue el carbón en la revolución industrial. La industria de la tecnología y la información está basada en la lengua”, ha apuntado.

De éstos, 30 millones se destinarán en exclusiva a apoyar proyectos en lenguas cooficiales: “Tenemos muy claro que hay que apoyar los corpus en gallego, euskera y catalán (…) si ya es difícil que el español tenga espacio que toca en las redes o en el mundo digital mucho más difícil es para las lenguas minoritarias que el riesgo de que desaparezcan de este ámbito digital es mucho mayor”.

En este sentido, Gallach ha explicado que los robots que atienden muchos de los servicios de asistencia telefónica deben saber hablar no solo español, sino las lenguas cooficiales. “Deben ser multilingües y accesibles en las aplicaciones”, ha matizado.

“Si no podemos dar datos en catalán, en euskera o en gallego a las máquinas pues éstos asistentes de voz no hablarán esas lenguas, y una persona mayor en Cataluña que su lengua nativa sea el catalán no tiene por qué hablarle -a las máquinas- en español ni ser contestado en español2”, ha añadido.

Gallach ha destacado también la colaboración con los países hispanohablantes ya que España solo representa el 8% de la población que habla español en todo el mundo. Por eso esta mañana ha mantenido una reunión con los embajadores de los países latinoamericanos y las instituciones iberoamericanas relacionadas con la lengua para iniciar “un trabajo en común”.

Hasta ahora, ha apuntado, “quizá” se ha estado más “pendiente” del “crecimiento vegetativo, no muy ordenado, natural”, de la lengua española debido a la emigración de ciudadanos latinoamericanos a Estados Unidos, donde ha habido un “crecimiento extraordinario”.

“También nos hemos dado cuenta de que en China, India y en África subsahariana hay un interés por el español y ésto ha sido más fruto de una serie de casualidades, que de un empuje estratégico pensado y planificado. El PERTE nos da, no solo este empuje desde el punto de vista político y estratégico, sino también nos da recursos financieros para ayudar en los sectores que van a apalancar esta nueva economía. Es una oportunidad”, ha concluido.

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