Cultura y Sociedad

Un renovado Circo Holiday vuelve a Logroño con un show para ‘niños’ de 0 a 100 años

‘Mientras exista la sonrisa de un niño, existirá un circo’. A partir de esta premisa, el Circo Holiday lleva más de treinta años regalando emoción, asombro, y sobre todo, felicidad. Y es que la vida circense se lleva en la sangre. Si no, que se lo pregunten a Justo Sacristán, director del circo y quinta generación de una familia que “empezó en esto gracias a mis tatarabuelos”.

A día de hoy, la generación se ha extendido hasta la séptima, y “deseando que siga adelante con nuestros nietos y sus hijos. Nos gustaría que disfrutaran también de la carrera que han hecho sus padres y abuelos”. Pero más allá de los lazos de sangre, Circo Holiday se ha convertido en una gran familia donde los 42 profesionales que trabajan actualmente conviven diariamente y participan en todas las tareas.

“Tenemos artistas de talla nacional e internacional, llegados desde Italia, Portugal, México… y no porque uno sea trapecista o payaso deja de colaborar en el trabajo de montaje, pega de carteles… como buena familia, todos hacemos de todo”, explica el director.

Hace unos 40 años decidieron trasladar su sede a La Rioja, más concretamente a Alcanadre, de hecho, todos los hijos de Sacristán han nacido en la región y por ello se enorgullecen al decir que un circo riojano es uno de los más reconocidos del país. Aunque ha habido tiempos difíciles. “Antes de la pandemia hubo un momento donde tiramos la toalla. La desaparición de los animales en los espectáculos se notó mucho y la gente dejó de venir. ‘Un circo sin animales no es un circo’, decían”.

Renovarse o morir

Pero la capacidad de adaptación del Holiday ha permitido reinventar un nuevo circo y la pandemia, por raro que parezca, les ha servido para renacer. “Hemos mejorado y modernizado nuestras instalaciones. El mundo del circo en general ha cambiado cien por cien. Además del tema de los animales, los graderíos antes eran tablas, ahora butacas; el escenario ahora es pista en alto, ya no se actúa en el suelo; las luces, el sonido, el vestuario… no tienen nada que ver”.

Renovarse o morir, y eso es lo que ha hecho esta compañía. Nuevos espectáculos con números de malabares, magia con grandes aparatos de ilusión, trapecistas, equilibristas, acróbatas, bailarinas aéreas y, por supuesto, payasos. “Dos horas donde toda la familia se divierte, porque nosotros trabajamos todas las generaciones: con los hijos, los papás, los abuelos. Solemos decir que trabajamos con niños de 0 a 100 años, porque en el circo todos se vuelven niños”.

Los adultos reirán y se asombrarán con los fantásticos espectáculos que ofrece el circo y los peques, además, podrán disfrutar con el show musical ‘La Granja de Aarón: las locas y divertidas aventuras de la Vaca Lola, el Gallo Bartolito, el Caballo Percherón o el Pollito Pío entre otros.

Todo un trabajo a conciencia que cada componente del circo prepara cada día para que todo salga a la perfección. “No es una profesión de ocho horas y ya. Hay veces que empiezas a las 6 de la mañana y terminas a las 10 de la noche. Hay días duros, sobre todo cuando toca moverse de un lugar a otro con un convoy de 18 tráileres. Llegar, descargar, montar…”.

Pero la ilusión con la que el público les ha recibido tras la pandemia puede con todo. “El año pasado trabajamos muy bien, incluso hicimos récord de taquilla que no recordábamos desde 20 años atrás”. Este 2022 la cosa está cambiando y “aunque seguimos trabajando, sí estamos notando un bajón en taquilla de un cuarenta por ciento”.

A Logroño vuelven este próximo viernes 3 de junio y estarán en el recinto ferial de Las Norias hasta el día 13. ¿El horario? De lunes a viernes a las 18.30; sábados a las 17.30 y 20.30; y los domingos a las 12 y a las 17.

“Todo el que se acerque hasta nuestra carpa va a encontrarse un espectáculo totalmente renovado, con instalaciones modernas y un un show de dos horas de auténtico y puro circo. Un circo riojano que nunca defrauda”, describe Sacristán.

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